Estanterías para colocar la fruta: tipos y formatos
Uno de los recursos que no puede faltar en la cocina o la despensa son las estanterías para colocar la fruta. Existe una amplia variedad de tipologías y formatos, adaptables a cualquier tipo de espacio y con un nivel de funcionalidad superior a otros muebles.
Cuando realizamos la compra, necesitamos ciertos elementos que nos permitan organizar todos los productos. Es la mejor manera de distribuir y ordenar para tener siempre a mano todo aquello que necesitamos. En el fondo, es un principio fundamental para alcanzar el grado de comodidad.
En lugar de colocar en cualquier parte las cosas y convertir la cocina en un auténtico caos, hay que buscar opciones que traten de proporcionar una alternativa a los típicos cestos y a los fruteros clásicos. Además, favorece la producción de una estética más interesante.
La estantería de toda la vida
Probablemente, todos hemos tenido la típica estantería dividida por baldas o estantes, con una altura aproximada de un metro de alto, que permitía aprovechar más el espacio gracias, básicamente, a la estrechez que favorece la disposición en cualquier rincón o esquina.
Indudablemente, este recurso es muy apropiado hasta tal punto que nos ayuda en el día a día: nos permite almacenar de forma coherente y porporciona cierta viveza y color al lugar. Por tanto, no se puede decir que sea un componente meramente funcional.
En realidad, no entorpece allá donde esté ni tampoco llega a ser un elemento protagonista; de hecho, enriquece la decoración y presenta una apariencia sencilla y básica. La más común es la de plástico aunque hay algunas que son, incluso, de polipropileno.
Para lograr un almacenaje funcional, el frutero es la pieza principal.
4 tipologías de estanterías para colocar la fruta
En el mercado, se pueden encontrar múltiples variedades; incluso, nosotros mismos podemos hacer una si nos lo proponemos. En los bazares, se pueden adquirir según la altura que queramos que tenga o el formato que deseemos. Vamos a conocer, por tanto, 4 tipologías muy comunes:
- Las que están hechas de acero inoxidable son un caso muy singular. Se conforman por rendijas, por lo que los estantes se organizan confluyendo conjuntamente; es decir, como si se enlazaran entre sí quedando todo al descubierto.
- Otro caso son los carritos que funcionan, a su vez, como mesa de servicio. Se constituyen también por varios estantes que pueden ser de plástico, de metal, de madera o de un conjunto de distintos materiales. Las ruedas proporcionan mayor confort para el desplazamiento.
- Respecto al ratán sintético, ha adquirido una gran relevancia últimamente en el interiorismo, hasta tal punto que ha tomado presencia a modo de frutero. Puede establecerse como si fuesen cestos o cajones para guardar las frutas, ya que soportan muy bien la humedad.
- Las típicas cajas de madera que se emplean para el transporte de fruta o verduras pueden utilizarse de manera conjunta para componer, así, una estantería. Las hay en formato rectangular o circular; este último es uno de los más atractivos y dinámicos.
La estantería de tipo industrial
En las tiendas de alimentación, es bastante habitual encontrar el formato industrial. Obviamente, se encuentra dentro del grupo de estanterías para colocar la fruta, pero también puede adquirir otras utilidades, todo dependerá del uso que se le dé.
En el hogar, ocupa un espacio considerable, tanto en anchura como en altura. Posee unos estantes amplios que permiten albergar mayor cantidad de alimento; además, suelen guardar cierta inclinación para que quede todo visible, a modo de mostrador.
El material empleado y que resulta más común es la madera; no obstante, se suele ver reforzada por el metal, utilizado para las patas y la propia estructura. En este sentido, nos encontramos con un recurso que llamaría bastante la atención en la cocina.
Un diseño elemental que cumple con el objetivo de funcionalidad.
Estantería multidisciplinar: todo en uno
Cabe la posibilidad de que encontremos uno de los formatos más completos y originales: la estantería conformada por distintas partes con las que satisfacer mejor las necesidades que tengamos.
Por un lado, se encuentran las baldas de madera para colocar los productos que más nos convengan pero, por otro, hay unas mallas metálicas que sirven, fundamentalmente, para disponer la fruta. Es posible que tenga también algunas repisas pequeñas para otras utilidades.
En este caso, estamos hablando de un recurso multidisciplinar que aúna funcionalidad, organización y simpleza. Todo sin generar tensión estética.
- Emma, Callery: Enciclopedia práctica de la decoración, Everest, 2001.
- Ventura, Anna: 1000 ideas prácticas en decoración del hogar, Universe Publishing, 2003.
- Walton, Stewart: Guía completa de decoración: 1000 ideas de diseño para el hogar, Blume, 1997.