El diván: función y contribución estética

El diván realizar una contribución sinigual. Se distingue claramente de otros muebles que estén a su alrededor y puede personalizar más los espacios.
El diván: función y contribución estética
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 04 enero, 2021

En las civilizaciones antiguas, como el Imperio Romano, se empleaban recursos mobiliarios para proporcionar el máximo confort. Se tenía muy en cuenta que los invitados se sintieran como en casa, de ahí la importancia que adquirió el diván: función y contribución estética en los interiores.

Hoy en día, seguimos la misma línea, solo que existe mayor variedad de diseños y estilos con un objetivo claro: la aplicación de un concepto más personalizado. En este sentido, hay que subrayar la importancia que adquiere un elemento como este para amueblar el hogar.

Su disposición puede ser variable; es decir, tiene cabida en distintas estancias proporcionando un efecto estético definido. En general, buscamos la manera de acondicionar decentemente las habitaciones para que todo se encuentre perfectamente compenetrado.

El diván de terciopelo clásico

Diván de terciopelo

Uno de los más utilizados a lo largo del siglo XX es el que ofrece un concepto estético clasicista. Si lo observamos con detenimiento, nos daremos cuenta de su carácter sofisticado, como si fuese un recurso de una categoría superior que denota cierto sentido luxury o modernista.

Respecto al tamaño, es bastante amplio y no ocupa espacio en altura, pero sí en longitud. Posee dos reposabrazos a cada lado y consta de algún cojín en los extremos, incluso puede ser este de formato cilíndrico. De este modo, convergen muy bien entre sí cada una de las partes.

En cuanto al material, el terciopelo queda muy bien con el propio diseño; de esta manera, se genera esa sensación de exquisitez y elegancia propias de las viviendas de alto standing de la primera mitad del siglo XX.

Esté donde esté es un mueble que no pasa desapercibido.

Divanes para el dormitorio o el salón

A la hora de señalar los divanes más convencionales del mercado, se caracterizan por ser sencillos, básicos y funcionales. Se adaptan muy bien a cualquier espacio y recae en nosotros la decoración que hagamos sobre ellos. Veamos algunos ejemplos:

  • Por un lado, se encuentran los que tienen una estructura de madera con límites a los lados. El colchón o espuma juega un papel fundamental, hasta tal punto que puede servir también de cama. Además, los cojines plantean una imagen más acogedora.
  • Otro caso muy común son los divanes minimalistas con cierta depuración formal. No tienen estructuras visibles y constan, básicamente, de un colchón en la superficie, una base que puede tener cajones y los cojines. Por este motivo, es imprescindible que quede apoyado en la pared.
  • Los de forja se encuentran en otra categoría. Son verdaderamente interesantes para crear un ambiente más dinámico. Quedan muy bien en estilos como el rústico, el rural o el tradicional, y contribuyen notablemente gracias a los diseños curvos o con formas llamativas.
  • No hay que olvidar los que tienen únicamente un cabecero o respaldo en un lado. Se utilizan, principalmente, para recostarse. Los hay con diseños muy interesantes desde los que tienen líneas curvas con aspecto barroco a los que son líneas funcionales depuradas.
El diván

El diván juvenil, un toque más informal

¿Quién ha dicho que no se pueda colocar un diván en una habitación infantil o juvenil? Todo es cuestión de combinarlo adecuadamente. En el mercado, se pueden encontrar distintas categorías que, al fin y al cabo, pueden encajar muy bien.

Los que están adquiriendo cada vez mayor presencia son aquellos que tienen forma de diván, pero con la comodidad de un puff. En otras palabras, son una conjunción de ambos. Además, suelen tener diseños modernos y contemporáneos.

En este sentido, se logra un aspecto más informal. Así, en lugar de recurrir a los clásicos, tenemos otra opción que tiene mucho que decir en ambientes juveniles.

Es momento de darle un toque más moderno al hogar y personalizar las habitaciones.

El diván chaise longue de cuero

Finalmente, no podemos concluir este repaso sin prestarle atención al diván chaise longue. Se conforma por un formato alargado, de grandes dimensiones y con un respado dispuesto únicamente en un lateral. En realidad, guarda un parecido directo con el sofá.

El cuero le otorga un carácter más serio, contundente y firme; además, no es complicado su mantenimiento y cuidado. Los más comunes son los negros y marrones. Se consolidan, por tanto, como un referente en la decoración y reciben un protagonismo sinigual.



  • Lava Oliva, Rocío: Interiorismo, Vértice, 2008.