Hibisco: una linda planta de jardín con propiedades

El hibisco es una planta con propiedades medicinales y más de 220 variedades diferentes. Sus flores son hermosas y tienen forma de trompeta.
Hibisco: una linda planta de jardín con propiedades

Última actualización: 14 octubre, 2021

Como hibisco se le conocen a las especies del género Hibiscus, que pertenece a la familia de las Malvaceae. Se han registrado más de 220 variedades, todas distinguidas por su belleza. Algunas tienen propiedades medicinales, otras se cultivan con fines ornamentales y otras se usan en la industria como materia prima de fibras y colorantes.

La flor del hibisco tiene forma de trompeta, tiene cinco pétalos y se presenta en colores como el rojo, el blanco, el rosado, el morado y el amarillo.

Entre esa amplia variedad, se destacan el hibiscus común o rosa de la China, cuyas hojas y flores son comestibles, y el hibiscus syriacus o rosa de Siria. Este tiene propiedades similares, pero es más pequeño y resistente al frío. Estas especies pueden llegar a medir hasta los 20 centímetros de diámetro.

Si no se prestan los cuidados necesarios, puede convertirse en una planta invasora, opacando a las demás plantas de tu jardín. Sigue leyendo porque vamos a contarte más sobre el hibisco, sus cuidados y procesos de cultivo.

Propiedades medicinales del hibisco

Flor de Jamaica.

De acuerdo con expertos, el hibisco que tiene propiedades medicinales es el Hibiscus sabdariffa o comúnmente conocido como flor de Jamaica.

Las flores de este hibisco son de color rojo intenso y se cultivan con fines medicinales. Las flores se recolectan y se secan para hacer infusiones. De hecho, con ellas se fabrican postres, ensaladas y diferentes platos.

Tienen aminoácidos, compuestos y ácidos fenólicos que les confieren propiedades medicinales entre las que se destacan las siguientes:

  • Ansiolíticas, por lo que se usan en infusión.
  • Activadoras de la circulación, por su alto contenido de flavonoides.
  • Diuréticas, por lo que contribuyen a limpiar los riñones.
  • Digestivas, laxantes y activadoras del tránsito intestinal.
  • Antioxidantes, debido a su contenido de ácido cítrico y ascórbico.
  • Inmunológicas, gracias a la vitamina C que contiene.

¿Cómo cultivar hibisco?

El hibisco necesita de un sustrato húmedo, pero de fácil drenado. Es ideal que se enriquezca con un poco de materia orgánica para que sea más fértil. Esto contribuirá a que la floración sea más intensa.

La mayoría de las especies no soportan las bajas temperaturas, prefieren los climas templados y soleados. Lo mejor es cultivarlas en macetas para poder tenerlas en el exterior en las estaciones más cálidas y llevarlas al interior cuando la temperatura baja de los 13 grados.

El momento ideal para pasar la planta a una maceta es en primavera. Además de colocar un buen sustrato, será necesario usar una maceta pequeña, ya que cuando el hibisco “siente” que hay mucho espacio, solo da hojas. Cuando la planta ya haya crecido y dado flores, hay que volver a trasplantar a una maceta más grande, en especial cuando las raíces empiezan a salirse.

Hibiscus.

Riego

El riego del hibisco depende de la temporada del año. En verano debe regarse todos los días para mantener la humedad, pero hay que evitar encharcamientos.

No se recomienda el uso de agua calcárea porque desplaza el pH del sustrato y lo vuelve ácido, afectando a la planta. De vez en cuando es una buena idea usar un pulverizador para refrescar las hojas directamente.

Iluminación

Para que las flores de hibisco se desarrollen de la mejor manera, es necesario poner la planta en lugar muy bien iluminado. Incluso, puede recibir la luz solar de forma directa, aunque en el verano hay que hacerlo en las horas de la mañana nada más.

La temperatura ideal se sitúa entre los 13 y los 21 grados centígrados. Esta planta no sobrevive a las heladas.

Abono

El abono es muy importante para el hibisco y debe hacerse de forma regular. A partir de la reanudación vegetativa y el inicio del verano se debe abonar cada dos semanas. Los mejores productos son los líquidos que se diluyen en el agua del riego.

Enfermedades

Las hojas del hibisco son las que reflejarán el estado de salud general de la planta. Advierten de la presencia de plagas y enfermedades como:

  • Roya: cuando las hojas presentan pústulas, debe sospecharse de la presencia de roya.
  • Hongo: si hay manchas blancas o marrones, pueden existir hongos.
  • Exceso de riego: este se visualiza mejor en las raíces. Si se tornan pegajosas y con mal olor hay que intentar recuperar la planta.
  • Botritis: si las hojas presentan manchas negras y moho gris.

¡Disfruta de la belleza y las propiedades del hibisco!

La floración del hibisco se produce en el verano en climas continentales y durante todo el año en climas subtropicales. Así que, quienes tienen una de estas plantas en casa podrán disfrutar de su belleza y propiedades por un bien tiempo.



  • Carretero, M., Ortega, T. Propiedades terapéuticas del Hibisco. Universidad Complutense de Madrid.