Glicina, una planta trepadora y hermosa

La glicina es una planta de gran tamaño que puede vivir más de 100 años. Es ideal para jardines grandes, pues provee de sombra y un olor encantador.
Glicina, una planta trepadora y hermosa

Última actualización: 03 septiembre, 2021

La glicina es una planta trepadora que llama la atención gracias a su color y esplendor. También se conoce como glicinia y puede llegar a alcanzar los 20 metros de altura, por lo que suele utilizar para adorar jardines exteriores de gran tamaño.

De hecho, se usa para cubrir muros y pérgolas. En este artículo te contamos más sobre sus características, cuidados y riesgos frente a plagas y enfermedades.

Características de la glicinia

Conoce las características de la Wisteria.

El nombre científico de la glicina es Wisteria y también se conoce como la la flor de la pluma. Esta hermosa planta trepadora tiene dos características especiales y que encantan a simple vista: su aroma y color. Además de ello, es una planta frondosa, crece más hacia los lados y ello la convierte en la aliada perfecta de la sombra.

Entre los tipos de glicina más populares se encuentra la glicina china, muy resistente y de hojas pequeñas y ovaladas. Tiene una particularidad y es que para su tamaño crece de forma muy acelerada, en especial después del segundo año de su plantación.

Las flores de esta planta son de color malva o violeta y llaman la atención porque crecen en racimos, por lo que son vistosas a larga distancia. La glicina florece a finales de la primavera y sus flores duran hasta un mes.

De acuerdo con publicaciones, la glicina da un fruto en forma de legumbre plana que tiene varias semillas en su interior, no aptas para el consumo de personas y animales. Esto, porque se ha identificado que son tóxicas, generan trastornos gastrointestinales.

Tipos de glicina

Las glicinas pueden llegar a vivir más de 100 años y hay varias especies, aunque muy parecidas entres sí. Estas son las más conocidas:

  • Glicina japonesa o Wisteria Floribunda: se destaca por florecer de colores como el azul, el rosado y el blanco.
  • China o Wisteria Sinensis: tiene flores de colores similares a la japonesa, pero se distinguen porque tienen un porte menor.
  • Especies de América del Norte: Wisteria Venustas, Wisteria Kentacky y Wisteria Frutencens.

Cuidados de la glicina

Glicina japonesa.

Para su tamaño y cantidad de flores, la glicina es una planta muy fácil de cultivar. Aunque se puede cultivar en semillas, es mejor sembrar el árbol ya florecido y apreciar su floración cada primavera. La razón es que esta planta puede tardar hasta 10 años para florecer por primera vez.

La planta va a requerir un rincón en el jardín para desarrollarse en el que pueda obtener como mínimo 4 horas de sol al día. El resto del tiempo debe estar en sombra. De esta forma, aprenderá a vivir en óptimas condiciones en situaciones de semisombra.

El riego debe ser regular, en especial mientras la planta es joven y en temporadas como el verano. Esto no quiere decir que no deba cuidarse el riego, la planta necesita agua, pero deben evitarse encharcamientos, pues pueden afectar gravemente la raíz.

Poda

La poda en muy importante para la glicina. Debe hacerse una vez cuando pasen las heladas de invierno y cada 15 o 20 días durante el verano. Es así como obtendrás una planta frondosa y fuerte.

El día en que realices la poda de floración durante el invierno también debes realizar una limpieza. Elimina las ramas secas y entrecruzadas.

Enfermedades más comunes

Pulgón.

Pese a que la glicina es una planta muy fuerte, paradójicamente es muy sensible a enfermedades y plagas como el oídio, que se produce por exceso de humedad. Si tu glicina llega a presentar esta enfermedad, lo mejor será reducir los riegos y aplicar un tratamiento para erradicarla a la mayor brevedad.

Otro de los problemas que más la afectan son las manchas en las hojas, en cuyo caso se deben eliminar las hojas afectadas. Así evitarás que la enfermedad se propague a las hojas sanas. Por todo lo demás, es común que se presente el pulgón y la cochinilla.

Cuida tu glicina y disfrútala por años

Para que tu planta dure más de 100 años, es necesario abonarla y cuidarla. Cada tanto es necesario abonarla con nutrientes y abonos que contengan nitrógeno, fósforo y potasio. La época en la que más hay que fortalecer el abono es durante la floración, así tendrás una glicina como de revista.

Si quieres multiplicarla, puedes hacerlo en otoño a través del método de acodo, del esqueje o de las semillas. Recuerda que este último es el método más largo, pero satisfactorio, podrás ver cómo tu planta crece y se desarrolla a lo largo de los años.



  • Díez, B., Asensi, R. Plantas tóxicas en la flora ornamental de Málaga. Boletín de la Academia Malagueña de Ciencias. ISSN 1885-1495, Nº. 13, 2011, págs. 59-73.