Cómo elegir el jarrón perfecto para cada arreglo floral

En el maravilloso mundo del los arreglos florales, una parte importante es la correcta elección del jarrón que los va a contener. Hoy te traemos algunas claves para que no se te resista ninguno
Cómo elegir el jarrón perfecto para cada arreglo floral
Sonia Budner

Escrito y verificado por la técnico en Decoración de Interiores 3D Sonia Budner.

Última actualización: 10 septiembre, 2019

Colocar unas flores en un florero parece algo bastante simple que no da para mucho juego, ¿verdad? Pues nada más lejos de la realidad. Saber elegir el jarrón perfecto para cada tipo de flor es un aspecto importante en el maravilloso arte de los arreglos florales.

En este sentido, tendremos que ir un poco más allá del gusto personal, aunque siempre añadiremos el toque propio. Existen en el mercado variedades enormes de jarrones y floreros: anchos, alargados, con cuello o de formas sinuosas.

Otro factor a tener en cuenta, además del tipo de arreglo floral, es la ubicación donde vamos a colocarlo. Un gran jarrón de cristal alto debe ocupar un lugar que no le reste protagonismo, y debemos asegurarnos de reservar un espacio propio para el mismo.

Si, por el contrario, y dependiendo del tipo de flores, nos decantamos por un jarrón corto, conviene asegurarnos de que no parece perdido en el lugar que hayamos elegido. A veces es aconsejable, si el espacio a llenar es amplio y el jarrón no demasiado importante, optar por la posibilidad de un trío del mismo estilo de jarrón.

Eligiendo el jarrón perfecto

Jarrón florero de cristal.

Si eres aficionado a confeccionar tus propios arreglos florales, nunca está de más conocer todos los tipos de jarrones y su función. De hecho, esta sería una bonita colección a la que dedicarle algunos paseos por tiendas y mercadillos, así como un lugar propio para exhibirlos en una vitrina cuando no estén albergando flores frescas.

Desde los jarrones altos, cuadrados, redondos hasta los jarrones bud, todos pueden encontrar su sitio y su estética perfecta si sabemos cómo utilizarlos correctamente. En cuanto a materiales, nuestros preferidos son los de cristal, aunque encontrarás preciosidades en otros muchos tipos, como la cerámica, la madera e, incluso, en plástico.

Los jarrones bud

Jarrón bud.

Este tipo de jarrones se diferencia del resto porque sus formas se estrechan mucho en la parte superior, en forma de cuello de botella más o menos alargado. Un diseño bud es el jarrón perfecto para arreglos florales simples, de tallos delicados o, simplemente, pequeños brotes.

No se utilizan para colocar flores de gran tamaño. Los arreglos florales para los jarrones bud se limitan a pequeñas ramitas, y siempre sin sobrecargarlo. Lo ideal es colocar un solo tallo por jarrón, y si tienen flor, que sea muy pequeña y delicada.

Los arreglos perfectos para los jarrones bud (o budies, como se les conoce coloquialmente) se hacen a base de tallos de eucalipto, gypsophila, algún lirio silvestre o alguna ranúncula de pequeño tamaño. Son perfectos para ambientes minimalistas.

El jarrón perfecto: con forma cuadrada

Jarrones cuadrados.

Vanguardista, contemporáneo y con mucha clase. Este tipo de jarrón es menos común que otros tipos, y puedes encontrarlo sin demasiada altura, aunque existen también jarrones cuadrados muy altos. Perfecto para una decoración clásica contemporánea.

La dificultad de este tipo de jarrones es que no tiene cuello, y la organización del arreglo floral es un poco más laboriosa. Sus líneas simples necesitan contrarrestarse con composiciones elaboradas. Los jarrones cuadrados les dan todo el protagonismo a las flores.

Por este motivo, son los ideales cuando nuestros ramos de flores son vistosos o abundantes. Quedan perfectos si el volumen de los tallos ocupa todo el interior del jarrón. Son los idóneos para ramos de tulipanes, violetas, hortensias o anémonas.

Los jarrones redondos

Jarrón redondo.

Vamos ahora con los jarrones más clásicos de todos. La mayoría de ellos tienen una ligera forma de cuello, lo que es perfecto para mantener el arreglo floral organizado. Es como si sostienes tú mismo el ramo con una mano.

Es el jarrón perfecto para ramos de flores que cuenten con tallos finos y flores de gran tamaño, y para arreglos florales que combinan varios tipos de flores.

También los podemos encontrar tipo pecera, redondo, pero sin cuello. En este caso admite también tanto ramos sueltos como compactos. Son perfectos para ramos de peonía, delfinio, dianthus o para las rosas.

Jarrones de columna

Jarrones de columna.

Son muy altos, y como tal, se utilizan para flores de tallo muy largo. Este tipo de jarrón ofrece resultados muy elegantes y sofisticados. Por eso, conviene que las flores sean igualmente sofisticadas.

El tamaño de la flor no es tan importante, pero necesitamos que los tallos sean más largos que el jarrón. Ideal para rosas de tallo largo o gladiolos, aunque también lucen perfectos con girasoles o lirios de tallo largo. Conviene no excederse en el número de flores, con tres suele ser suficiente.