Mueble lavabo para el dormitorio

El mueble lavabo es un recurso decorativo que cumple, además, la función de aseo e higiene, todo dentro de un espacio en el que no solemos encontrarlo: el dormitorio.

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 03 diciembre, 2020

Una tendencia decorativa que ha ganado un largo recorrido en el ámbito anglosajón es el m ueble lavabo para el dormitorio. Hay países donde no resulta procedente y se dispone única y exclusivamente en el baño; en cambio, en otros territorios es bastante habitual.

Puede resultar contradictorio encontrar este tipo de recursos en un espacio de descanso y sosiego como es el dormitorio. Indudablemente, la higiene es un factor fundamental en el día a día, pero ¿se debe considerar como imprescindible en esta estancia?

Un aspecto a valorar es, básicamente, la funcionalidad de un elemento como este dentro de la decoración. En el fondo, da mucho juego y puede combinarse muy bien con el resto de elementos hasta tal punto que enriquece de forma sostenible el espacio.

¿Cuál es su función?

Tal y como se ha comentado anteriormente, no juega un papel determinante en el dormitorio. De hecho, si se dispone ahí es por una cuestión cultural o por un capricho del inquilino. No tiene que convertirse en una pieza esencial ni recibir todo el protagonismo.

Obviamente, la función es la de obtener agua en la habitación. Hay dos posibilidades, mediante cañerías que conecten con un grifo o a través de un barreño con espejo donde se pueda verter el agua almacenada en una jarra. Si hacemos una comparativa entre ambas, la primera de las dos opciones es más funcional.

Desde la Edad Media se ha dispuesto en ambientes palaciegos; por tanto, solemos asociarlo a clases acomodadas. Hoy en día, en cambio, se puede encontrar en viviendas, hostales, residencias, etc. De esta manera, se ha diversificado de una forma más notoria.

Se considera un elemento funcional que, a su vez, también aporta un significado estético.

Una tendencia moderna para la casa contemporánea

A pesar de ser considerado un artículo histórico, puede adquirir cierta condición vintage; bien es cierto que, actualmente, se puede trabajar desde distintas vertientes. Es momento de valorar qué posibilidades ofrece y de qué manera se puede incluir en el hogar actual.

1. Suele conformase por un mueble bajolavabo que sirve de armario. No es demasiado grande, ya que en él no vamos a introducir demasiadas cosas.
2. Hay pilas que llaman la atención por el propio diseño. Las que son curvas y cóncavas siguen modelos más tradicionales; en cambio, se está desarrollando un nuevo prototipo más minimalista y moderno: formato rectangular con ángulos rectos a modo de encimera.
3. No es cuestión de que reciba mayor protagonismo que otros muebles, como pueden ser la cama o la cómoda. Lo importante es que contribuya de una forma sutil y que sea otro punto de interés en la habitación.
4. Reubicar el lavabo dentro del dormitorio puede llegar a ser una labor de distribución y diseño verdaderamente compleja. Hay que pensar que estamos utilizando un recurso cuyo lugar original no es este, pero si lo visualizamos con perspectiva, no desentona.

¿En qué parte de la habitación se puede colocar?

El mueble lavabo puede ubicarse junto a uno de los muros o en cualquiera de las esquinas. Lo importante es que no estorbe ni genere tensión estética y, por otro lado, puede ser un buen recurso para aprovechar los ángulos muertos.

De esta manera, se considera un mueble más y recibe un grado de importancia notorio; además, proporciona un carácter más distendido y otro punto de atención, incluso si se encuentra en el dormitorio del niño.

Respecto al tamaño, no es preciso que sea de grandes dimensiones; en realidad, se llega a ajustar, incluso, en pequeños rincones, adquiriendo un nivel de funcionalidad muy singular.

Un tipo de decoración que se sale fuera de lo común.

Objetivo fundamental: alcanzar la comodidad

Hemos podido hablar de su apariencia y de la estética, pero no hay que olvidar un aspecto importante: la comodidad que ofrece. Ha recibido una condición completamente diferenciada con respecto a otros elementos del lugar.

En lugar de tener que ir al baño para lavarnos la cara, las manos o, simplemente, para coger un poco de agua, tenemos un mueble lavabo accesible que nos ayuda en el día a día.

En definitiva, hemos podido comprender las distintas posibilidades que ofrece y el propio contenido estético que, mediante la cordialidad y la delicadeza, se inserta dentro de una estancia que no le corresponde realmente.