Guía para un dormitorio romántico
Si eres de los que disfruta teniendo espacios para la intimidad con o sin pareja, seguro que te encantará la idea de tener un dormitorio romántico: colores suaves, textiles cálidos, estampados florales y algún objeto con toques afrancesados, serán la clave para que lo logres.
Si ya estás suspirando con tan solo leernos, toma asiento, ponte cómodo y atiende a esta guía fácil y clara para que puedas tener ese rincón para soñar.
Saca ese romántico que llevas dentro
Muchos confunden ser romántico con ser cursi y lo cierto es que nada más alejado de la realidad. Al fin y al cabo, el romanticismo está lleno de detalles tiernos y amables pero, sobre todas las cosas, invadidos de belleza.
La búsqueda de las líneas sugerentes, los tejidos amorosos y las pequeñas flores delicadas son el leit motiv de un estilo decorativo que cuenta con más seguidores de los que imaginas.
Algunos de los elementos clave para encender la llama en tu dormitorio son la madera, los tonos pastel, una cama de forja y con dosel a poder ser, o una espectacular lámpara de araña. Los complementos jugarán un papel muy importante con los olores deliciosos, la iluminación íntima y las texturas suaves.
Si quieres saber cómo puedes conseguir un dormitorio romántico en el que poder soñar, sigue las pautas que a continuación te damos y déjate seducir.
Para un dormitorio romántico, nada como una cama con dosel
Nada más efectivo para impregnarte de romanticismo que una cama con dosel. Si tienes el espacio suficiente, puedes poner la estructura de forja o de madera y hacer que de ella cuelguen unas largas cortinas con mucha caída.
Si tu habitación es pequeña, no sufras: hay una propuesta para espacios mini. Hazte con una mosquitera, como esta de IKEA, y cuélgala del techo. Para hacerla más femenina y salpicarla de belleza, cose algún detalle como pequeñas piedrecitas, mariposas u hojas, y añade una guirnalda de luces para completar el look,
Un trocito de Francia en casa
El estilo afrancesado es capaz de hace que el romanticismo entre por cada hueco de tu hogar. Añade algunos detalles que reproduzcan esta estética.
Uno de los clásicos son las lámparas de araña con sus formas sinuosas, el cristal tintineante y la elegancia propia de la aristocracia parisina del siglo XVIII. Lejos de lo que estás imaginando, queda genial si la conviertes en la protagonista absoluta de tu dormitorio. Te sugerimos que no la hagas competir con otra pieza llamativa, como la cama con dosel, porque podrías recargar el ambiente.
Otro must de este estilo deco, son los grandes espejos con marcos dorados. Incluye uno en tu dormitorio y verás lo bonito que queda; eso sí, atento a lo que tiene que decir el Feng Shui al respecto.
Los colores favoritos de un dormitorio romántico
Utiliza una base neutra para que te sirva de soporte para añadir colores suaves y empolvados. Los que mejor le van a este estilo son los rosas, el malva o el verde. Puedes pintar las paredes o utilizarlos solo en los complementos y en la ropa de cama. Te sugerimos esta funda nórdica de Zara Home.
Piensa en lo bien que quedan si pones algunas velas para dar calidez y no te olvides de incluir plantas y flores ; al fin y al cabo, son un detalle de lo más romántico, ¿no crees?
Unos estampados que enamoran
¡Acertaste! Los estampados florales son los consentidos de los dormitorios románticos, pero no vale cualquiera. Busca aquellos que sean en colores suaves o naturales y mejor si son pequeñas, como el liberty.
Otro de los estampados más característicos es el Toile de Jouy, ¿lo conoces? Nació en Francia en 1970 y, en sus orígenes, se hacía en un solo color (azul, rojo o sepia) sobre fondo blanco. Reproducía escenas pastoriles y mitológicas, acontecimientos de la época o flora y fauna.
En la actualidad, siguen siendo monocromáticos, pero la gama de color ha aumentado y los temas que plasman también. Mira la cantidad de diseños de papel pintado que encuentras en Gaulan.
¿Has visto la fácil que es tener un dormitorio romántico? Agrega velas, flores, mantas, y no te olvides de llenar de aromas agradables el espacio.
¡Ahora sí!, solo tienes que disfrutar de tu habitación, sentirte cómodo y relajarte en el ambiente que has creado. ¿Tienes alguna idea más para complementarlo?