Combinación del verde botella y el blanco
La relación de los colores que se establece en el hogar debe seguir unos parámetros estables que proporcionen armonía y bienestar. Visualmente, es conveniente que exista concordancia entre ellos; por eso, vamos a conocer cómo trabajar la combinación del verde botella y el blanco.
Generalmente, solemos emplear uno o dos colores que predominan en los espacios de una forma más contundente. Por otro lado, están los complementarios, aquellos que colaboran en la construcción de un discurso interno que resulte agradable a nuestros ojos.
A través de los cromatismos establecemos también la personalidad propia. Nos estamos refiriendo a la capacidad que mostrar cómo somos y qué pretensiones tenemos, definiendo nuestros gustos a nivel decorativo y los distintos propósitos estéticos que queremos alcanzar.
Sensaciones a partir del verde botella y el blanco
¿Qué sensaciones percibimos a través de la combinación de ambos? Probablemente, no estemos tan habituados a utilizarlos juntos; de hecho, suelen estar por separado, pero entre ellos se produce un contraste positivo que, al fin y al cabo, favorece a la imagen interna.
Dentro de los estilos clásicos tiene cabida; es decir, en aquellos que tratan de mostrar elegancia y distinción. Además, se emplean comúnmente en restaurantes u hoteles donde se trata de mostrar una imagen con tendencia luxury, contemporánea o moderna.
Por otro lado, también hay que destacar la fuerza y la firmeza del verde botella frente a la pureza y la claridad del blanco. El primero puede oscurecer algo más el ambiente, mientras que el otro enriquece todo el espacio con luminosidad y finura. Por este motivo, la vinculación que se produce confirma el equilibrio.
Decoración basada en el contraste entre ambas tonalidades.
¿Cómo trabajarlos en los interiores?
A la hora de relacionar los dos colores podemos disponerlos en distintos espacios. En el fondo, son polivalentes y tienen mucho que decir en cualquier habitación, solamente hay que tener en cuenta que, entre ambos, debe haber coordinación y buena sintonía. Veamos algunos ejemplos:
- Una de las fórmulas más interesantes es la aplicación del verde en las paredes, abarcando toda la superficie, mientras que el blanco puede situarse en los marcos de las puertas y las ventanas o, simplemente, en las estanterías y algún que otro mueble.
- También está la posibilidad de que el verde se establezca en un único muro y el resto sean en blanco. Esta relación es una manera de dinamizar y llamar más la atención. Además, la combinación queda muy bien en pisos de ciudad y en ambientes juveniles.
- El sofá blanco con cojines verdes es, sin lugar a dudas, uno de los formatos más empleados. De este modo, el asiento se configura como un soporte claro que ayuda a resaltar los cojines que sobresalen con atrevimiento.
- Hoy en día, están de moda los muebles blancos con objetos encima que sean de otros tonos. En este sentido, este color se confirma como un simple soporte que queda bien con cualquier cosa. Es un concepto muy parecido al que se practica en el mundo de la moda.
Aplicación en el dormitorio
El dormitorio se considera como el lugar más privado de la casa. Somos nosotros quienes disfrutamos de él; por tanto, no debemos perder la oportunidad de escoger adecuadamente los colores que mejor convengan para otorgar personalidad y carácter.
El verde botella es una buena opción. Si lo observamos detenidamente transmite seriedad y un sentido alternativo, de ahí que pueda tener cierta significación en las paredes o, por ejemplo, en la propia colcha de la cama o el cabecero.
Por lo que respecta al blanco, el mobiliario, las alfombras y también la cama son elementos idóneos para trabajar esta idea. Lo más importante es que logremos el pleno contraste. Es la única manera de conseguir una armonización estable.
La cocina, un aporte de sofisticación
Para lograr la plena sofisticación de los contenidos del hogar, es importante prestar atención a la cocina. El planteamiento más sencillo sería, fundamentalmente, la disposición del verde en el mobiliario y las paredes en blanco; no obstante, si trabajamos esto mismo a la inversa también es apropiado en la decoración.
Por otro lado, no es necesario que predominen otros; es decir, pueden intercalarse para generar contrastes, pero no es una cuestión imprescindible sino todo lo contrario. Si nos dedicamos únicamente al verde botella y al blanco, no es preciso elegir otros colores.
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