La aplicación de los tonos oscuros en el hogar

Antes de elegir, debemos comprender cómo es el diseño interior, qué cualidades tiene, cómo podemos aplicar una combinación adecuada y qué sensaciones vamos a percibir.
La aplicación de los tonos oscuros en el hogar
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 25 enero, 2021

Los colores que incorporemos en los interiores se deberían regir por los siguientes principios: gusto personal, combinación adecuada y armonía estética. Por eso, vamos a conocer cómo se podría realizar la aplicación de los tonos oscuros en el hogar.

Generalmente, tendemos a escoger aquellas gamas que resultan más agradables, tales como los cálidos y los neutros; sin embargo, podemos trabajar a través de otras formulaciones que, mediante una composición apropiada, pueden lograr un ambiente agradable.

La idea es que alcancemos el grado de complacencia; es decir, que nos encontremos cómodos y en buena sintonía con nuestro entorno. Un espacio habitable es sinónimo de bienestar. Nos estamos refiriendo a algo tan básico como sentirnos a gusto en nuestra propia vivienda.

¿Por qué escoger tonos oscuros?

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Algunas tonalidades, como los grises y los negros, combinan con todo. Esta premisa se puede aplicar también en el mundo de la moda, de ahí que exista una tendencia generalizada a ser empleados siempre que no queramos arriesgar con la relación cromática.

A su vez, los tonos oscuros nos proporcionan sensaciones de profundidad, estabilidad y calma. Obviamente, no hay que abusar de su uso. De nada sirve que llenemos una habitación de recursos en negro. Un factor que debemos evitar es el desasosiego.

Otra de las garantías que nos ofrecen es la percepción de plenitud. Allá donde se coloquen, nos ayudan a recargar y completar el conjunto de una forma sutil y elegante, sin saturar. Eso sí, no hay que excederse en su utilización para no caer, así, en discordancias estéticas.

Son una buena apuesta para el hogar.

Tonos oscuros en el hogar: principales cualidades

Antes de realizar la elección de los colores, es preciso valorar qué cualidades nos ofrecen y qué proporcionan a nivel general. Indudablemente, algunas tipologías pueden resultar más atractivas, pero la base de todo se encuentra en la correcta adecuación al espacio.

  • Nos ayudan a generar contraste, especialmente si tenemos distribuidos colores claros por el conjunto. El objetivo es que consigamos una apariencia agradable y, por supuesto, atractiva. Hay que tener en cuenta que influyen en nuestras emociones.
  • A la hora de aportar seriedad a la decoración, se convierten en un componente realmente interesante. No importa si se disponen en un objeto, un mueble o un muro, puesto que proporcionan ese sentido de solidez y rotundidad que resulta difícil de alcanzar con otros colores.
  • No producen tenebrismo si sabemos cómo trabajarlos. En realidad, no es cuestión de recargar una habitación, sino de recurrir a ellos de una forma más esporádica y singular; de este modo, podemos lograr un carácter mucho más dinámico.
  • Ayudan a resaltar otras tonalidades que se encuentren a su alrededor. Por ejemplo, los azules, verdes o neutros quedan perfectamente remarcados, pero si los combinamos con los cálidos, claros o blancos, se produce un efecto más llamativo.
  • Hay que tomarlos como un complemento, a no ser que queramos otorgarles protagonismo; por tanto, no hay que aportar únicamente a un segundo plano.

¿Cuáles podemos considerar como oscuros?

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La clasifición de colores oscuros puede ser muy amplia; por eso, vamos a centrarnos en aquellos que mejor pueden encajar en el hogar. El negro es, probablemente, el mejor posicionado, tanto por buena adecuación en los espacios como por su correcta relación con el mobiliario.

Otro caso puede ser, por ejemplo, el gris oscuro. Aunque sea un poco triste su apariencia, transmite serenidad, neutralidad y solidez. Se confirma como una apuesta segura para los recursos que queramos utilizar de complemento; además, no sobresale por encima del resto.

En cuanto a los azules, no debemos olvidar que algunos como el añil, el ultramar o el oxford se sitúan entre los más sutiles y, quizá, más fáciles de combinar. Sin lugar a dudas, dentro de esta familia de fríos se puede recurrir a las categorías más oscuras.

Existe un catálogo muy amplio.

¿Cuáles escoger para el hogar?

Si tenemos que decidir cuáles son más apropiados, hay que partir de un principio básico y elemental: el estilo y el diseño interior. Dependiendo de cómo sea la estética y el objetivo que queramos plantear, así será la elección que hagamos.

De esta manera, podemos decir que los tonos oscuros en el hogar se confirman como un género que son tendencia para trabajar firmemente la sensación de estabilidad, equilibrio y consistencia.



  • Lluch, Francisco Javier: Arte de armonizar los colores, Imprenta de El Porvenir, Barcelona, 1858.
  • Montes de Oca, Irina; Risco, Lucía: Apuntes de diseño de interiores, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, 2016.