Batch cooking: aprende a organizar tus comidas para comer mejor y cocinar menos

¿Conoces el batch cooking? Esta tendencia propone una mejor organización en la manera en la que cocinas, lo que se traduce en más tiempo, ahorro y una alimentación saludable.
Batch cooking: aprende a organizar tus comidas para comer mejor y cocinar menos

Última actualización: 28 noviembre, 2020

¿Conoces el batch cooking? Esta tendencia se ha colado directamente en las cocinas y su intención es hacerte la vida más fácil cocinando un solo día para toda la semana.

Esta forma de organizar las comidas promete que ahorrarás tiempo, dinero y esfuerzo. Te contaremos de qué se trata y cuáles son las premisas que debes tomar en cuenta para ponerlo en práctica.

Esto es todo lo que el batch cooking puede hacer por ti

Las 5 claves infalibles para organizar la casa de una vez por todas

Los principios básicos del batch cooking son el orden en la cocina, una buena planificación y recetas tan saludables como deliciosas. Gracias a esto, podrás preparar un menú semanal en una tarde y dejarlo listo para comer.

¿Y esto en qué repercute? Te olvidas del «malcomer» producto de la improvisación y de vivir agobiado pensando qué vas preparar cada día de la semana. Además, tiene otro montón de beneficios:

  1. Ahorras tiempo: durante la semana, solo tienes que calentar los platillos y ¡listo!
  2. Comes mejor: al tener todo planeado, no improvisas e incluirás alimentos saludables en lugar de precocinados.
  3. Menos gasto: cuando tienes un plan, compras lo que realmente vas a utilizar. Verás como también dejas de tirar comida a la basura.
  4. Cocina más limpia: aunque ensucies el día que cocinas, el resto estará todo impecable puesto que solo tendrás que calentar la porción correspondiente.

Las claves para hacer batch cooking

El primer paso es sentarte para planificar tu menú semanal. Ten en cuenta la cantidad de platos únicos que vas a necesitar, los primeros, los segundos y las guarniciones.

Una vez que lo tengas claro, toca hacer la lista de la compra de tu menú. Antes, piensa siempre en lo que ya tienes en la nevera y en el congelador para darle salida y no comprar por duplicado.

Recuerda que un solo ingrediente puede darte varias soluciones. Por ejemplo, si asas verduras para que sean la guarnición de uno de tus segundos, pon un poco más de cantidad y haz una rica crema para que sea el primero de otro de los días. Mira esta receta de Mejor con Salud.

Puede que te dé pereza pasar toda un tarde cocinando, pero si piensas a lo grande verás que repercute en más tiempo libre. Hay muchos platillos que se pueden congelar como los guisos (siempre y cuando no lleven patata), las legumbres, albóndigas, etc. Si los congelas en recipientes separados por raciones, tendrás reservas para varias semanas.

¿Y qué pasa con las ensaladas? Las verduras de hoja verde debes lavarlas apenas las compres y una vez limpias, escurridas y muy secas, las puedes guardar en boles cubiertos con paños de cocina o en bolsas cerradas. La clave es evitar la humedad; de lo contrario, se pudrirán. 

El almacenaje es otro punto importante a tener en cuenta. Hay que dejar enfriar los alimentos antes de meterlos a la nevera para evitar la fermentación.

En cuanto a los recipientes, los tápers de cristal son los más recomendables; mira estos en Amazon. No te olvides de etiquetarlos con la fecha de preparación. Usa cinta de carrocero para poder cambiarla con facilidad.

Sartén
Foto de Keegan Evans en Pexels

Estos son los alimentos que NO se pueden congelar

  • Las verduras u hortalizas que se vayan a comer crudas no pueden ser congeladas.
  • Si congelas una fruta, no te la puedes comer tal cual, pero sí usarla para hacer batidos, mermeladas, helados, etc.
  • Jamás congeles los huevos con cáscara, puesto que se romperían al expandirse. Pero sí puedes guardarlos si son batidos y en un recipiente bien cerrado.
  • Las patatas crudas o cocidas se vuelven terrosas.
  • El arroz no aguanta muy bien las bajas temperaturas.
  • Algunos lácteos como el yogur o ciertas salsas cremosas cambian su textura cuando las descongelas. No obstante, pueden ser una estupenda base para preparar otros alimentos.

Existen ciertos aliados que siempre debes tener en el congelador porque, además de que te sacan de cualquier apuro, puedes hacerlos en grandes cantidades.

La salsa de tomate, los sofritos, preparados de legumbres o fondos para sopas y salsas son algunos ejemplos. Otro de los indispensables en el batch cooking es el horno que te permite cocinar mucha comida diferente del tirón.