5 razones para tener una barra en la cocina

La barra de cocina es un componente muy interesante desde el punto de vista decorativo y funcional. Nos ayuda en el día a día y favorece la estética del conjunto.
5 razones para tener una barra en la cocina
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 18 febrero, 2021

El hogar se configura por distintos recursos decorativos que pueden ser funcionales o, simplemente, ornamentales. También encontramos otros elementos estructurales que, a su vez, ayudan a crear un buen ambiente. Por eso, vamos a conocer 5 razones para tener una barra en la cocina.

A diario necesitamos soportes donde poder desayunar, comer y cenar. Normalmente, amueblamos la vivienda según las necesidades y dependiendo de la habitación. Además de recurrir a estos componentes convencionales, tenemos otras posibilidades que pueden resultar muy interesantes.

Es en la cocina donde pasamos un gran número de horas al día. No solo la empleamos para realizar cocinados o para la limpieza, también puede tener otros planteamientos estéticos. Por tanto, es conveniente valorar las diferentes oportunidades que nos ofrece.

1. Ayuda a liberar espacio

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En muchas ocasiones nos vemos limitados de espacio para colocar los cacharros de la cocina. Si hacemos un recuento de todo el menaje que tenemos, nos daremos cuenta de que es bastante, por lo que vamos a necesitar armarios y superficies libres para organizar con coherencia.

Si nos ponemos a cocinar, probablemente requiramos un lugar donde situar todos estos elementos y que queden a mano. En lugar de saturar la encimera, ¿por qué no tener una barra que nos permita mantener mejor el orden y ofrecer una funcionalidad básica y elemental?

Puede tener distintas utilidades, todo es cuestión de sacarle el máximo provecho.

2. Un soporte para almozar de forma rápida

El ritmo diario que llevamos no nos permite disfrutar de mucho tiempo para comer; por este motivo, demandamos un proceso de cocinado rápido y sencillo y, a su vez, requerimos unos preparativos esenciales y prácticos. Veamos algunos aspectos destacables:

  • En lugar de sentarnos en una mesa, tenemos otra posibilidad: la barra. Con unos taburetes y unos mantelitos decoramos el entorno y lo adecuamos para poder almorzar, todo esto sin salir de la cocina. De este modo, los preparativos no nos llevarán mucho tiempo.
  • Otro factor a tener en cuenta es que, a la hora de mover los platos y la cubertería, nos encontramos en un espacio reducido para desplazarnos. Esto supone una capacidad de movimiento básica, sencilla y sin mayor trascendencia.
  • Incluso, también podemos quedarnos de pie y realizar cualquier otra tarea sobre la barra. Las funciones son múltiples.

3. Un lugar para la decoración

Foto de Terry Magallanes en Pexels

Hasta ahora hemos podido comprobar sus utilidades desde el punto de vista de la funcionalidad. Ahora es el momento de conocer otras cualidades que tiene desde el punto de vista de la decoración.

Sobre ella se pueden colocar todo tipo de elementos: jarrones, floreros, una pecera, cuencos, esculturas, revistas, etc. La idea es que se consolide como un recurso con el que contribuir estéticamente y favorecer la armonía del conjunto.

Del mismo modo, participa en la cocina de forma activa, con rigor y saber estar, sin desentonar y colaborando en todo momento con el resto del mobiliario. Se mire por donde se mire, tiene mucho que decir allá donde se sitúe.

Un recurso estructural que también forma parte de la decoración.

4. Delimita el recinto de la cocina

La disposición de la barra en la cocina ayuda a delimitar el recinto; es decir, se consolida a modo de cierre si se encuentra en un lateral. De esta manera, se produce un punto intermedio creando, así, dos espacios diferenciados en la propia cocina.

También está la posibilidad de que se ubique en pleno centro. En este caso, se configura a modo de isla. No hay que olvidar que las funciones van a ser parecidas; en cambio, se diferencian en un aspecto básico, y es que la barra, generalmente, no tiene grifería ni fregadero.

5. Un aspecto más sutil y original

Si analizamos detenidamente la manera en que participa la barra en la cocina, nos damos cuenta de que es un elemento muy interesante, no solo por su función sino también por la originalidad que, aparentemente, desprende.

Normalmente, no se encuentra algo así en las viviendas; por eso, se convierte en una buena apuesta para la casa actual. Es una manera de diferenciarse de los diseños tradicionales y renovarla por completo.

En definitiva, si queremos equipar la cocina de la mejor forma posible, la barra nos proporciona todo tipo de facilidades y llega a ser verdaderamente útil en el día a día.



  • Gilliatt, Mary:
  • El libro de la decoración
  • , Folio, 1986.