Soluciones para evitar la sequedad del ambiente en los interiores

Es momento de acabar con la sequedad del ambiente y conseguir un clima acogedor y agradable en los interiores; para ello, planteamos algunas soluciones eficaces y sencillas.
Soluciones para evitar la sequedad del ambiente en los interiores
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 11 diciembre, 2020

La calefacción provoca la condensación del ambiente y la atmósfera no resulta del todo saludable; por eso, es importante que busquemos algunas soluciones para evitar la sequedad del ambiente en los interiores.

Se puede dar el caso en que el propio calor no favorezca la sensación de comodidad, hasta tal punto que nos perjudique en la propia respiración. Si residimos en una zona costera, probablemente percibiremos, incluso, algo de bochorno.

Estos factores no son agradables. Nuestro hogar es un lugar apropiado para la relajación, el descanso y la desconexión, siempre y cuando se encuentre perfectamente acondicionado. Por este motivo, merece la pena prestar atención a los siguientes asuntos.

¿Por qué se percibe sequedad en el ambiente?

Tipos de radiadores

Tal y como hemos comentado al principio, la calefacción se convierte en el principal recurso que provoca la sequedad del ambiente. Solemos tenerla bastante fuerte para lograr un clima agradable en los interiores, sobre todo cuando hace bastante frío en la calle.

Esto se produce por diferentes causas. La primera es la ausencia de circulación de aire, ya sea por que no tenemos extractores o porque no ventilamos la vivienda de vez en cuanto. Esta medida es eficaz, teniendo en cuenta que puede entrar frío; no obstante, conseguiremos un entorno saludable.

Por otro lado, el propio calor provoca la pérdida de la humedad y, por consiguiente, la rápida evaporación. En este sentido, se llega a un punto en el que la casa no está en buenas condiciones y necesitamos humidificar de alguna manera las habitaciones.

El principal objetivo es la consecución del auténtico bienestar.

5 soluciones eficaces

En primer lugar, convendría analizar el estado de nuestra casa, qué tipo de aislamiento tiene, cuál es el sistema de calefacción y cómo son las ventanas; de esta manera, sabremos si existe una posibilidad de variación térmica. Veamos, por tanto, 5 soluciones:

  1. Lo más importante es que nos libremos de la condensación ambiental que se produce durante una jornada. Para ello, es preciso que ventilemos la casa un par de veces al día. Es una manera de renovar el aire y permitir la entrada de frescor.
  2. Las plantas también pueden oxigenar el lugar, proporcionar buenos aromas, enriquecer la decoración y refrescar los espacios. No hay que emplear demasiadas, pero algunos ejemplares en cada habitación permiten armonizar de forma natural.
  3. Cuando lavamos la ropa, esta se puede dejar secar en la estancia donde pasamos más tiempo, ya sea el salón o el dormitorio. Si comprobamos que ya se ha humedecido el espacio, conviene sacarla para no excedernos en este proceso.
  4. La colocación de trapos húmedos o toallas mojadas junto a los radiadores facilita también la obtención de cierto grado de confort.
  5. Otro caso parecido al anterior sería mediante el uso de algún cuenco o recipiente con agua junto al radiador. De este modo, se producirá la evaporación necesaria como para conseguir un ambiente agradable.

El humidificador, un recurso eficiente

Humidificadores y la decoración
Imagen: amazon.es

El humidificador se convierte en una pieza fundamental si queremos conseguir humedad en el hogar. No es preciso tener uno en cada habitación; de hecho, con tener uno y encenderlo durante un rato, puede ayudarnos a acondicionar mejor la atmósfera.

Funciona a la perfección y puede emplearse mientras se tiene la calefacción en activo. Obviamente, si tenemos calefactores o radiadores eléctricos, no hay que tenerlos aproximados. Es importante que exista una separación para que el vapor pueda difundirse de forma natural y sin que se caliente.

Cada vez son más las familias que apuestan por un recurso como este. Son aplicables a cualquier tipo de estancia y nos ayudan a mejorar nuestro sistema respiratorio. A largo plazo, comprobaremos que no se nos seca tanto la garganta.

Controlar la temperatura del hogar

Además de todos los consejos aportados hasta ahora, hay un principio esencial que debemos poner en práctica a diario: el control y la gestión de la temperatura. Es importante que tengamos la casa entre los 20 o 22 grados centígrados.

No hay nada mejor que sentirnos cómodos y a gusto. Esto se puede conseguir si el clima es agradable y si ajustamos los grados bajo un equilibrio funcional e invariable cada día. Por tanto, vamos a buscar las soluciones para tener un hogar natural



  • Emma, Callery: Enciclopedia práctica de la decoración, Everest, 2001.
  • Greer, Beth: La casa natural: mejora tu salud, tu hogar y el planeta, habitación por habitación, Zenith, 2018.