Relación entre el verde y el amarillo para decorar los interiores

Los dos colores guardan ciertas diferencias entre sí y contrastan de forma notoria, pero producen un efecto estético atractivo y singular para los interiores.
Relación entre el verde y el amarillo para decorar los interiores
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 18 septiembre, 2020

La relación cromática existente en los interiores debe estar perfectamente coordinada. En todo momento, debe existir una buena sintonía para lograr la consonancia aunque, en ocasiones, pueda resultar difícil. Por eso, vamos a conocer la relación entre el verde y el amarillo para decorar los interiores.

Nuestro objetivo es alcanzar el bienestar personal, pero para ello se hace imprescindible que los recursos estéticos estén vinculados entre sí. Sin embargo, se puede dar el caso de que algunas fórmulas haya que trabajarlas más detenidamente para conseguir una buena compenetración.

Indudablemente, esta situación se puede encontrar en los colores. Todos ellos tienen características singulares y ciertas divergencias; además, se definen por sí mismos y se caracterizan por una serie de particularidades para lograr un propósito común.

El verde y el amarillo, dos colores contrapuestos

Rueda cromática

Si echamos un vistazo a estos dos colores, comprobamos la distancia existente entre ambos. No se encuentran próximos en cuanto a la tipología ni tampoco se puede decir que vayan de la mano, más bien todo lo contrario.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que, tanto en un caso como en el otro, existen diferentes gamas. En cuanto al primero, se pueden encontrar modelos que se acercan más a los fríos con cierta tendencia azulada, mientras que con el segundo puede ocurrir lo contrario y aproximarse a un anaranjado.

Algo que sí podemos percibir entre los dos es una dicotomía un tanto especial. A pesar de estar separados estéticamente, pueden llegar a coordinarse adecuadamente en los espacios. En el fondo, es una manera de producir un efecto visual atractivo y verdaderamente excepcional.

Separados en la rueda de color pero relacionados por sus diferencias.

Fórmulas para combinar el verde y el amarillo

En los interiores, encontramos diferentes fórmulas para trabajar los dos colores y combinarlos adecuadamente. La idea es que consigamos cierta coherencia sin que se produzca ninguna alteración o tensión estética. Veamos, por tanto, 4 maneras de relacionarlos:

  1. En las paredes, se pueden disponer de forma alterna; es decir, unos muros en amarillo y otros, en verde. Así, contrastan y se genera un ambiente juvenil, fresco y luminoso. Hay que tener en cuenta que ambos incrementan la luz natural.
  2. Está el caso de que uno de estos tonos aparezca de forma anecdótica y el otro predomine en mayor medida. En el caso de que sea el amarillo quien tome el protagonismo, es preferible que tienda a ser un poco más oscuro, como es el color mostaza.
  3. Si se dispone el verde en las paredes, podemos colocar cortinas amarillas en las ventanas. Estas son factibles ya que favorecen la entrada de luz y, al ser más estridentes, no generan una activación excesiva del espacio y sobresalen por encima del verde en el lugar donde se ubiquen.
  4. En el dormitorio, se puede jugar con la pared donde se apoya el cabecero y la propia cama, en la cual se puede disponer una colcha llamativa de un color o, simplemente, una manta por encima para producir el contraste.

¿Cómo se aplican en el sofá del salón?

Relación entre el verde y el amarillo para decorar los interiores

Cualquiera de los dos tonos puede tomar presencia en el sofá. El amarillo hace que este sea llamativo y moderno, y puede llegar a transmitir cierto vanguardismo y configurarse como un recurso del arte pop. Si se le colocan unos cojines verdes, hace que, visualmente, resalte aún más.

Por el contrario, si es verde, nos transmite mayor serenidad y esperanza, rompiendo con la tendencia tan llamativa que ocurría con el caso anterior. Si se disponen cojines amarillos, se produce cierto contraste pero con mayor templanza.

En realidad, la unión de los dos colores nos recuerda a la apariencia de las frutas cítricas y sus apariencias ácidas y refrescantes.

¿Cómo se pueden trabajar en el baño?

Otra de las fórmulas interesantes sería su disposición en el baño. En este lugar, el blanco debe tomar presencia, pero si se complementa el espacio con ciertos toques verdes y amarillos, se consigue un efecto visual distendido, juvenil y completamente innovador.

En los recursos decorativos como los muebles, las cortinas de la ducha, la alfombra, las toallas, etc., se pueden trabajar ambos colores. La idea es que aparezcan de forma alterna, con cierta sintonía y contraste, con el objetivo de ganar armonía en el conjunto.



  • Atkins, Caroline:Colorea tu hogar, Londres, Ceac, 2003.