¿Qué debemos tener en cuenta antes de elegir los colores para el hogar?
La decoración que apliquemos en los interiores no se debe realizar de forma aleatoria y sin pensar. Conviene analizar cada paso que vayamos a dar y estudiar el procedimiento; por eso, es importante saber qué debemos tener en cuenta antes de elegir los colores para el hogar.
Lo más importante es que marquemos un objetivo y, para ello, hay que hacerse preguntas como ¿qué pretendemos lograr?, ¿qué estilo deseamos establecer?, ¿qué sensaciones vamos a percibir?, ¿de qué manera vamos a trabajar la estética?, ¿cómo va a ser el diseño?
Indudablemente, todos los recursos que utilicemos deben estar en concordancia entre sí. La armonía se alcanza siempre que se obtenga la comodidad y el bienestar, de ahí que trabajemos detenidamente las tonalidades y la relación que tengan con el conjunto.
En primer lugar está el planteamiento previo
Antes de proceder a la elección de los colores que estén presentes en el hogar, hay que realizar un paso previo que consiste, básicamente, en la observación y la comprensión de los distintos elementos que forman parte de cada una de las habitaciones.
En el caso de que ya esté amueblada la casa, hay que seguir una línea definida respecto al estilo fijado; en cambio, si vamos a comenzar de cero en un lugar, debemos convertirnos en interioristas por un momento y pensar en las posibles soluciones que están en nuestra mano.
Por este motivo, el paso más importante es tener las ideas claras y poner en práctica las respuestas a las preguntas que hemos planteado anteriormente. Si no es así, entonces mejor acudir a un profesional que pueda ofrecer opciones que resulten atractivas.
El diseño de interiores requiere un proceso premeditado.
Conocer las variedades cromáticas
Si no conocemos las distintas paletas de colores, entonces tenemos trabajo por delante. Hay que sentarse tranquilamente, visualizar la variedad de gamas cromáticas y elegir, así, la más conveniente. De esta manera, realizaremos la combinación más adecuada. Veamos algunos consejos:
- En un espacio se pueden incorporar distintas combinaciones, pero siempre debe existir una semajanza o relación para que se entable, así, un diálogo coherente. No podemos juntar cálidos y fríos de forma fortuita sin razonar el paso que se va a dar.
- Por supuesto, hay que valorar la idea de seguir nuestra intuición y, sobre todo, los gustos personales. De todos modos, puede venir bien una segunda opinión, ya sea de un familiar o de una persona que tenga conocimientos sobre interiorismo.
- A la hora de elegir los colores hay que tener presente que, al menos uno, tendrá mayor relevancia y tendrá mayor protagonismo en la estancia donde se ubique. Va a ser el soporte fundamental sobre el que gire la decoración y, obviamente, el resto de las tonalidades.
- El ambiente que se genere en la vivienda tendrá que ver con la estética que hayamos aplicado. En este sentido, llega a ser determinante la relación conjunta que exista entre las habitaciones, específicamente entre los colores, el propio estilo y el diseño.
Ver ejemplos por internet
Para definir una idea primero hay que elaborar un proceso de inspiración. No es fácil desarrollar la creatividad de forma instantánea; en realidad, hay que tener, al menos, una experiencia previa para saber hacia dónde orientar la decoración.
Por eso, internet puede ser una herramienta útil. En cuestión de segundos, tenemos la posibilidad de extraer fuentes de información y ver páginas webs en las que se muestren distintas maneras de trabajar los interiores.
Una recomendación: no copiar los modelos existentes. Si queremos ganar personalidad en el estilo, es importante que trabajemos la estética basándonos en modelos ya conocidos, pero nunca imitar. Esta fórmula nos ayuda a delimitar unos parámetros propios.
En internet se puede encontrar de todo.
Las sensaciones que evocan los colores
Todos tenemos un color favorito o una gama que nos atraiga más. Ese es el camino a seguir, aplicando los preceptos que demuestren carácter y una identidad propia. Si somos más de oscuros, entonces hay que trabajarlos sin que caigamos en la penumbra.
Del mismo modo, si queremos desarrollar un espacio más puro y claro, a través de los blancos o los cálidos alcanzaremos un mayor grado de luminosidad. Nosotros mismos sabremos escoger dependiendo de las sensaciones que nos evoquen las tonalidades.
En definitiva, la elección de los colores se basa en principios personales, pero conviene plantearse seriamente qué objetivo queremos alcanzar y cómo los colores inciden en nuestro estado de ánimo.
- Atkins, Caroline: Colorea tu hogar, Londres, Ceac, 2003.
- Quan, Diana: El paraíso es tu casa, Barcelona, Penguin Random House, 2017.