¿Por qué decorar con cuadros pictóricos?

Las obras de arte pueden aportar un toque personalizado, además de contribuir estéticamente y enriquecer el conjunto de una forma sutil y exquisita.
¿Por qué decorar con cuadros pictóricos?
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 29 diciembre, 2020

A la hora de completar los interiores, debemos emplear recursos que puedan ofrecer una imagen destacada pero que, a su vez, se relacionen con el conjunto. Las obras de arte son una buena opción; por eso, surge la siguiente cuestión: ¿por qué decorar con cuadros pictóricos?

Para responder a esta pregunta, debemos atender a distintos factores. Uno de ellos es el gusto personal. Sin duda alguna, nuestra percepción de la estética interior dependerá, sustancialmente, de los elementos que empleemos y si son de nuestro agrado.

Resulta crucial que podamos demostrar también la exquisitez de ciertas obras con las que deleitar a nuestros invitados. En el fondo, es una manera de ejemplificar el gusto refinado que tenemos; eso sí, también juega un papel importante el estilo o la corriente artística de cada pieza.

Rigor y personalidad

Si nos planteamos qué aportaciones pueden tener los cuadros pictóricos, es preciso matizar que, al fin y al cabo, contribuyen con rigurosidad en los espacios. Para ello, es importante escoger los tamaños adecuadamente, siempre fijándonos en el lugar donde se van a colgar.

Si queremos que obtenga protagonismo y contundencia, nos podemos decantar por un lienzo de gran magnitud; sin embargo, también tenemos otras opciones más reducidas que quedan muy bien, por ejemplo, en los pasillos, las salas de estar, la entrada, etc.

Por otro lado, es importante demostrar que tenemos personalidad. En este sentido, la elección que hagamos de los cuadros y el propio estilo quedará definido a través de la técnica, la temática y los colores. Son una forma sutil y sofisticada de lograr un objetivo: el enriquecimiento estético.

Una buena manera de ornamentar sin desentonar.

Una aportación de calidad de estilo

El estilo no solo se define a través de los recursos decorativos que se encuentren entre las cuatro paredes, también son los cuadros pictóricos otra manera de embellecer sin recurrir a los procedimientos convencionales a los que estamos acostumbrados.

  • En primer lugar, hay que decir que las pinturas aportan un estilo definido; es decir, si queremos que la vivienda se oriente hacia un diseño contemporáneo o vanguardista debemos disponer obras que sean de estas corrientes. Es la fórmula para lograr la armonía del conjunto.
  • Si buscamos un ambiente clásico, entonces podemos acudir a aquellos cuadros que guardan patrones de épocas pasadas como, por ejemplo, los retratos, los paisajes, los bodegones, etc. Estas temáticas son típicas del Renacimiento, el Barroco, el Romanticismo, etc.
  • El objetivo que hay que plantearse con todo esto no se centra únicamente en aplicar un cuadro que nos guste, sino en ofrecer un toque personalizado y distintivo. En realidad, los cuadros tienen mucho que decir y pueden convertirse en un referente estético en cualquier parte de la casa.
  • Los lugares donde se coloquen deben contribuir con un significado óptimo y determinante. En los dormitorios, el salón o en la misma entrada pueden lanzar un mensaje directo a los ojos y agradarnos de forma inmediata.

Una manera de tematizar los espacios

Cuadros en la pared

Aunque no lo creamos, tendemos a escoger cierto tipo de formas y diseños con el fin de mostrar un significado. Las pinturas suelen contener color y línea; los medios con los que configurar una escena que refleje, a su vez, un contenido.

De esta manera, tematizamos un lugar. Nuestra personalidad es el reflejo de lo que aparezca en el cuadro. En el caso de que seamos personas tranquilas y apacibles, tendemos a utilizar paisajes, mientras que el arte contemporáneo se amolda más a figuras excéntricas y originales. Según el estilo que utilicemos para los cuadros así serán las temáticas y, por consiguiente, así será el ambiente que se cree.

Antes de escoger los cuadros que colocaremos, es preciso echar un vistazo a nuestro alrededor.

La relación entre los cuadros y la decoración

Obviamente, las obras deben estar en sintonía con la decoración. No es cuestión de que se generen tensiones innecesarias. El objetivo es que se produzca un efecto visual a través de los temas, las formas y los colores.

De este modo, es imprescindible que exista una relación con el resto de los recursos. Solo así se puede alcanzar el grado de sofisticación. Por tanto, ha llegado la hora de realizar una aportación estética específica dentro de nuestra vivienda y, para ello, no hay nada mejor como emplear cuadros pictóricos.



  • AA. VV.: Espais interiors. Casa i art: des del siegle XVIII al XXI, Barcelona, Universitat de Barcelona, 2007.