La moqueta en el hogar: tipologías y comodidad
Un suelo confortable, firme y resistente es el ideal para cualquier habitación. Se considera un componente más de la decoración; por eso, vamos a analizar la cualidades que nos proporciona l a moqueta en el hogar: tipologías y comodidad para nuestros pies.
El bienestar se alcanza cuando logramos tener un ambiente apropiado para la habitabilidad. La sensación de estar en un espacio agradable nos proporciona un grado de felicidad y relajación que resulta fundamental para el día a día.
Muchas veces, nos centramos demasiado en la elección del mobiliario, el color de las paredes, los adornos, los electrodomésticos, etc.; sin embargo ¿qué ocurre con el suelo? Se considera una pieza esencial en la casa que merece toda nuestra atención.
Moqueta de poliamida
La moqueta en el hogar cumple una función muy importante: amortigar la pisada y garantizar la calidez en el suelo. Uno de los materiales que mayor recorrido está teniendo dentro de este ámbito es la poliamida, una fibra sintética que garantiza resistencia y durabilidad con el paso de los años.
Generalmente, las fibras tienen una altura aproximada de 2,5 mm. No produce rugosidades o levantamientos inexplicables y se consigue un grado de suavidad que está por encima de otras moquetas. Hay que tener cuidado con las manchas de vino y otros líqudos. En cuanto a la limpieza, debe hacerse en seco.
Esta tipología se emplea especialmente en espacios públicos: oficinas, despachos, salas de reunión, etc. Se puede encontrar en distintas tonalidades; no obstante, los grises, el beige o el granate son los más utilizados, ya que combinan muy bien con el resto del mobiliario.
Un suelo cómodo es sinónimo de bienestar.
Moqueta de polipropileno
Uno de los formatos más empleados en el hogar es la moqueta de polipropileno. Junto con el anterior es de los más utilizados para conseguir un suelo flexible. En este caso, lo podemos encontrar con distintas apariencias, pero el material sigue siendo el mismo y con las mismas garantías.
Si se va a cubrir una gran superficie, se recomienda la participación de un profesional. De todos modos, nosotros mismos también podemos disponer la moqueta siempre y cuando sigamos las instrucciones adecuadamente.
- Las fibras tienen una altura aproximada de 2 o 2,5 mm. Queda una superficie completamente lisa y bien definida como para que resista durante muchos años. En el fondo, no se aprecia ningún tipo de desgaste si solamente se emplea para un uso cotidiano.
- Puede tener tratamiento antimanchas; eso sí, hay que evitar que se viertan líquidos y la limpieza debe ser en seco. También, hay que tener presente que pueden quedar visibles las marcas de las pisadas.
- La textura puede variar. Algunas tienen fibras muy finas rizadas, mientras que otras poseen una apariencia completamente lisa. Cualquier opción es válida y óptima para el hogar; la elección es cuestión de un gusto personal.
- En cuanto a los colores, existe una amplia variedad. Al igual que ocurría en el anterior caso, los tonos neutros son los más demandados; sin embargo, hay que hacer mención especial a los claros y los oscuros, siendo útiles si se desea decorar una estancia de forma más llamativa.
Fibra de coco natural
Hay que hacer mención especial a una tipología que resulta verdaderamente interesante: la moqueta realizada con fibra de coco 100% natural. Es un caso un tanto particular y, en el fondo, no se encuentra habitualmente en los hogares y oficinas pero está adquiriendo cada vez más relevancia.
Se compone de fibras naturales con una base de PVC que garantiza sujeción y estabilidad. Es muy cómoda y al tacto es algo tersa pero muy apropiada para una pisada firme. Se utiliza, sobre todo, en oficinas y viviendas.
Un producto con el que podremos andar descalzos por casa.
Moquetas de tejido grueso
La moqueta en el hogar juega un papel esencial si tenemos niños pequeños. Estos suelen jugar en el suelo; por tanto, necesitan un soporte cómodo que, además, amortigüe las caídas. Las tipologías que se caracterizan por tener mayor grosor nos permiten acomodar el piso en las habitaciones que más los requieran.
Suelen tener fibras más gruesas y elevadas para conseguir mayor ablandamiento y mitigación de los impactos. Se considera la más apropiada para una habitación infantil. De hecho, la comodidad está garantizada hasta tal punto que se puede dormir en el suelo.
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