¿Cuándo es el momento idóneo para encender la calefacción?

Con la llegada del frío, hay que tener en cuenta cuándo se debe encender la calefacción para conseguir un espacio agradable. La finalidad es que sintamos confort y bienestar.
¿Cuándo es el momento idóneo para encender la calefacción?
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 27 octubre, 2020

La llegada del otoño supone el inicio del frío. Se suceden los días cálidos con otros más frescos; así, en las casas se empieza a comprobar la ausencia de ese calor que puede llegar a incomodar. Por este motivo, nos habremos preguntado en más de una ocasión cuándo es el momento idóneo para encender la calefacción.

En cierto sentido, el hogar es un lugar confortable y plácido para vivir; sin embargo, cuando bajan las temperaturas, lo hacen también en los interiores, hasta tal punto que nos vemos obligados a abrigarnos más de la cuenta.

La comodidad no se alcanza únicamente a través del mobiliario y la decoración, también mediante un ambiente cálido y placentero. El bienestar general se logra siempre y cuando se reúnan las condiciones apropiadas para la habitabilidad de un espacio.

En búsqueda de la mejor temperatura para el hogar

En el momento de transición entre el otoño y el invierno, surgen dudas sobre la temperatura que debe tener el hogar. La franja entre 20 – 22 ºC es la mejor. Se tiene constancia que es, sin lugar a dudas, la más adecuada para el cuerpo.

Durante el verano, se llegan a superar estas cifras y en invierno sucede todo lo contrario; por tanto, hay que buscar la fórmula para encontrar un ambiente apacible donde poder residir cómodamente. Si no es así, nos puede afectar tanto a nivel físico como emocional.

En este sentido, no hay que dudar en encender la calefacción cuando sea conveniente. A pesar de que suponga un gasto, es más importante la salud. Interesa que nos encontremos bien y, sobre todo, que estemos a gusto en lugar de estar soportando una situación desagradable.

Que el frío se quede en la calle y nosotros sintamos el buen calor del hogar.

¿Cuándo hay que encender la calefacción?

Obviamente, es en invierno cuando mayor rendimiento le damos a la calefacción. No obstante, existe una serie de indicios climáticos que nos evidencian la llegada del frío y, por consiguiente, la necesidad de encenderla. Veamos algunos factores a tener en cuenta:

  1. Si la temperatura exterior ronda los 10 ºC por la tarde y noche, viene bien ponerla. De hecho, es en los interiores donde podremos percibir esa sensación atmosférica externa. Esto suele suceder en los meses de octubre y noviembre.
  2. Desde diciembre hasta marzo, se convierte en algo imprescindible, especialmente en las regiones más frías o donde existe una oscilación términa muy extrema.
  3. En el caso de que tengamos una calefacción regulable, no es necesario dejarla encendida de forma automática durante el otoño. Podemos activarla siempre que sea preciso. De esta manera, gestionamos y controlamos el gasto; es una forma de ahorrar energía y dinero.
  4. No hay que esperar a que tengamos las orejas heladas para su encendido. Si sentimos un atisbo de frío durante varios días, no hay que dudarlo. Es mejor vivir cómodos y tranquilos.

A lo largo del día, ¿cuándo hay que encenderla?

Termostato

A la hora de encender la calefacción no se recomienda su utilización las 24 horas del día. Lo más conveniente es que comience a funcionar al mediodía, sobre las 15:00 horas. Después, se puede apagar sobre las 23:00 horas.

La idea es que disfrutemos del calor durante la tarde, coincidiendo cuando, supuestamente, estamos en nuestro tiempo de descanso en casa. En el momento en que nos vamos a dormir no interesa que esté funcionando, básicamente porque estamos metidos en la cama con una temperatura adecuada.

En el momento en que nos levantamos, la casa está muy fría y se agradecería algo de calor. En el caso de que podamos activarla en horas determinadas, como es el caso de los termostatos, podría fijarse su actividad en las primeras horas del amanecer.

No poner una temperatura demasiado elevada

¿Qué ocurre si ponemos una temperatura muy alta? Probablemente, sentiremos que el calor domina en exceso en el ambiente y nos encontremos algo acalorados. Esto no nos beneficia en absoluto, sobre todo si tenemos que ventilar para que entre fresco.

Por otro lado, se percibe la sequedad en las vías respiratorias y los ojos. Lo ideal es que haya algo de humedad siempre que sea posible; para ello, se puede utilizar, por ejemplo, un humidificador.

En definitiva, el hogar debe ser un lugar agradable y tranquilo, donde disfrutemos de una buena calefacción que se perciba en todas las habitaciones de la casa.



  • Jorge, Elena: Del hogar digital a la casa red, Lulu, 2008.