Luces a ras de suelo, un nuevo efecto estético
La idea de aplicar un ambiente distendido, sosegado y tranquilo se puede alcanzar a partir de las l uces a ras de suelo, un nuevo efecto estético con el que cambiar la imagen de los interiores y conseguir un entorno más acogedor.
La mayoría de las veces nos limitamos únicamente a disponer las luces de techo. Estas suelen ser empotradas o a modo de lámparas; sin embargo, tenemos otras opciones que pueden ofrecer posibilidades estéticas realmente atractivas.
Nuestro objetivo es que nos sintamos cómodos en casa pero, también, que podamos presumir de ella siempre que traigamos invitados. Es momento de variar la decoración y buscar otras alternativas, ya sean para el disfrute personal, para una celebración o para impresionar a alguien.
¿Cuál es su contribución en el hogar?
Se considera un tipo de iluminación que rompe con la tónica habitual; es decir, en lugar de situarse en el techo proviene desde el suelo. Evidentemente, la funcionalidad cambia y se busca una visión decorativa tanto para los interiores como para los exteriores.
Los focos se insertan en el suelo y pueden dirigir la luz de forma vertical u horizontal. En este caso no se puede esperar un alumbrado intenso que permita englobar todo el espacio; en realidad, ofrece una direccionalidad con cierto difuminado.
Se caracteriza por crear un ambiente plácido, apacible y tranquilo, siendo mucho más conveniente la luz cálida que la blanca, ya que esta última genera un carácter más frío que, en el fondo, no nos interesa. Se recomienda el uso del formato led para ahorro de energía y mayor eficiencia energética.
Con estas luces estamos creando una escenografía completamente innovadora.
Luces a ras de suelo en el jardín
El jardín es un espacio en el que crear un ambiente acogedor por la noche. Hay que trabajar la vegetación, adecentar el aspecto decorativo y la disposición del conjunto. Por otro lado, también se puede aplicar una estética que trate de mostrar una apariencia curiosa y sofisticada.
Generalmente, estas luces se encuentran incorporadas en el propio suelo, como si estuviesen integradas de forma natural. Pueden tener, incluso, sensor de movimiento. Veamos algunos ejemplos con los que extraer más ideas:
- Una de los fórmulas que toma mayor presencia son las luces colocadas en paralelo a un camino. Se sitúan a modo de hilera, en uno o ambos extremos; de este modo, se delimita la senda de una forma mucho más cuidada y elegante.
- Otro caso sería su disposición junto a una pared, tratando de producir un reflejo en el muro. El objetivo es que se cree un efecto atractivo y refinado, como si el jardín se convirtiese en un escenario que, visualmente, resulta agradable.
- En cuanto a las balizas, no están empotradas en el suelo, pero sí que son de poca altura y nos ayudan a alumbrar el recinto en general, un camino o cualquier parte que queramos ofrecer mayor protagonismo. Además, las hay de múltiples tipologías y diseños.
- Finalmente, hay que hacer mención especial a las lámparas o los candiles que generan una imagen un tanto más clásica.
Luces a ras de suelo en el interior de la casa
Por norma general, en el interior de un domicilio solemos tener luces provenientes de la parte superior, con el fin de alumbrar de forma generalizada los espacios. Sin embargo, existe otra posibilidad con la que generar un ambiente distendido, agradable y tranquilo.
Las luces a ras de suelo, colocadas en un pasillo o en una pared del salón, pueden ser una opción estética muy interesante. No cabe duda de que son un capricho y no tienen una funcionalidad como tal, sino que se emplean con un principio ornamental.
Se pueden encontrar en una banda alargada y que las bombillas o los focos queden ocultos. Otro caso son las luces que quedan a la vista, de forma consecutiva y cuyo alumbrado se dirige de manera uniforme en una sola dirección.
Integración en el rodapié
Si deseamos una fusión de distintos componentes decorativos, los focos pueden integrarse en el rodapié. Se consigue, así, un sentido mucho más distintivo, donde la consecución de luces genera un ritmo preciso, especialmente si se sitúan en los peldaños de las escaleras.
Los hoteles y espacios comerciales hacen uso de este tipo de iluminación, de la misma manera que en los parques públicos. La idea es que se consiga un efecto visual que resulte agradable y que calme el espíritu.
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