Falta de higiene en el hogar, ¿cómo afecta a la salud?
Tener la casa limpia debe ser una prioridad en el seno de una familia. No cabe duda de que la dejadez acarrea el deterioro de nuestro hogar en todos los sentidos, acumulando suciedad y generando un efecto estético completamente deplorable. Por eso, la falta de higiene en el hogar afecta a la salud.
Ya sea en un piso de estudiantes, de soltero o en uno familiar, debe existir un régimen de limpieza. Es muy importante que los jóvenes aprendan la necesidad de mantener su propia vivienda en buen estado; solo así se puede llegar a un estado de bienestar y confort.
De todos modos, tener nuestro espacio privado sucio puede afectar más de lo que pensamos, tanto a nivel psicológico, como físico. Nuestra salud debe cuidarse en todos los ámbitos de la vida: laboral, social, alimenticio, físico, etc., pero, sobre todo, a nivel doméstico.
La suciedad ayuda a la falta de higiene en el hogar
Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos es a la falta de tiempo para limpiar la casa. Generalmente, estamos muy ocupados, ya sea por temas laborales o de estudios, lo cual nos genera un nivel de estrés que perjudica a las tareas domésticas.
Si no se mantiene la higiene en el hogar, la suciedad se irá acumulando sin que te des cuenta. Bajo las camas, en las esquinas, sobre las estanterías, etc. Cualquier pequeño espacio puede ser un perfecto recipiente de suciedad. Esto puede llevarnos a una situación de incomodidad y de falta de higiene en el hogar.
Hay que tener una cosa clara: la casa forma parte de nuestra vida y es en ella donde conseguimos el descanso que tanto necesitamos. Por tanto, es más que imprescindible que la tengamos en el mejor estado posible. Merece la pena cuidarla al máximo.
La suciedad es como las malas hierbas, hay que eliminarla de raíz.
Dormitorio en mal estado: perjuicios para la salud
La falta de higiene en el hogar puede afectar a nuestra salud. Es importante que se tengan claros todos los problemas que puede acarrear una casa sucia, mal desinfectada o llena de polvo. Veamos algunos casos relacionados con el dormitorio.
- Si no se limpia el polvo semanalmente, puede llegar a acumularse en las estanterías, mesas y en el propio suelo. Cada vez que entres al dormitorio, este polvo se mueve y se desplaza; incluso, serás tú quien lo respire y entre hasta tus pulmones.
- Puede desarrollarse una alergia al polvo debido a su inhalación continua y al contacto diario. Puedes utilizar cojines en las puertas para evitar la entrada de polvo.
- No cambiar regularmente las sábanas de la cama hace que nos estemos metiendo todos los días entre seda con residuos personales, como sudor y olores. Es importante que nos duchemos antes de acostarnos y, a su vez, cambiar las sábanas semanalmente.
- La ventilación es muy importante, sobre todo para que se oxigene la habitación, entre aire puro y salga todo el dióxido de carbono que desprendemos durante la noche.
Un baño mal desinfectado ayuda a la falta de higiene en el hogar
El baño es utilizado a diario para nuestro aseo personal. Por este motivo, se ensucian las superficies y el propio suelo. Es importante que se mantenga un baño limpio y evitar cualquier tipo de infección.
- Los sanitarios son un foco de bacterias, especialmente si el baño es utilizado por varias personas al día. Es el váter el que mayor número de residuos personales recibe. Por eso, es fundamental que se mantenga un régimen de limpieza sobre él.
- En muchas ocasiones contraemos infecciones a causa del contagio por compartir el baño. Por ejemplo, un lavabo sucio puede contener microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud.
- Para acabar con las bacterias hay que utilizar lejía. Este producto consigue destruirlas y, además, deja desinfectada la superficie. Puede aplicarse principalmente en materiales cerámicos, pero no sobre madera.
La cocina: siempre recogida y limpia
No hay nada peor para nuestra salud que dejar los cacharros sin fregar, el suelo sin barrer, la mesa sin recoger, etc. Todo esto genera problemas, principalmente, porque queda todo sucio y el ambiente se convierte en algo nocivo para nosotros mismos.
Psicológicamente, puede afectar a nuestra salud mental el llegar a casa y no tener las cosas ordenadas y limpias. Incluso, reutilizar los cubiertos o los platos sin haberlos fregado previamente es realmente dañino para nuestro organismo y estómago.
Por tanto, es importante dejar la cocina siempre recogida y limpia, recoger la mesa y dejar todo en su sitio para que, cuando volvamos a utilizar el menaje, se encuentre en buen estado. Una cocina con higiene es sinónimo de salud mental.