El estilo mediterráneo aplicado en las casas de campo

El estilo mediterráneo puede proporcionar serenidad, templanza y tranquilidad. Se consolida como un aporte natural en el interior y transmite sensación de calma.
El estilo mediterráneo aplicado en las casas de campo
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 18 marzo, 2021

La elección que hagamos del diseño interior de la casa se debe regir, fundamentalmente, por los gustos personales y el entorno que la rodea. Por eso, vamos a conocer cómo se trabaja el estilo mediterráneo aplicado en las casas de campo.

El placer de poder sentirnos a gusto en el hogar no tiene precio. Es a través de la decoración que podemos encontrar los planteamientos idóneos para lograr un objetivo común: la armonía del conjunto. Este criterio se debe convertir en un referente esencial dentro de la estética.

Desde el punto de vista del interiorismo, este es uno de los estilos que mayor auge tiene en las viviendas que, generalmente, están fuera del ámbito urbano. No obstante, tiene cabida dentro de las ciudades, pero alcanza mayor desarrollo en otros contextos.

¿Por qué este estilo en las casas de campo?

salón de estilo mediterráneo

Las casas de campo se caracterizan por tener un vínculo muy estrecho con el exterior; es decir, se establece una relación directa con la naturaleza. En este sentido, es imprescindible saber que los elementos que configuren los interiores deben inspirarse en el ambiente que desprenden las regiones mediterráneas.

De esta manera, podemos considerar que el concepto estético que se plantea en este tipo de edificaciones se debe

amoldar a la idea de diafanidad, básicamente por la amplitud de sus estancias. De hecho, da pie a utilizar numerosos elementos y muebles para conformar un escenario adecuado para vivir.

Por supuesto, existen otros estilos que pueden tomar presencia en estas casas: el clásico, contemporáneo, boho chic, etc. Sin embargo, es el mediterráneo el que puede encajar a la perfección, sobre todo si la ubicación está, precisamente, en una zona campestre o rural.

Un estilo que tiene mucho que ofrecer en los interiores.

Principales recursos del estilo mediterráneo

Para decorar una casa de campo bajo los principios del estilo mediterráneo debemos basarnos en una serie de recursos con los que configurar los interiores. Para ello, es imprescindible que utilicemos elementos de todo tipo y armonicemos correctamente los colores. Veamos algunos ejemplos:

  • El mobiliario en madera ofrece múltiples posibilidades. La mesa del comedor, las sillas, las mesas, etc. Este material demuestra naturalismo y sencillez, sin comprometer en ningún momento al resto de recursos empleados.
  • Las alfombras de carácter informal se consolidan de una forma aceptable para la decoración. Las de esparto, trapillo y todas aquellas que están hechas con tejidos naturales tienen mucho que decir en estas estancias cuyos suelos pueden ser de madera.
  • El blanco ha de estar presente. Indudablemente, es un referente se mire por donde se mire. Ayuda a generar mayor luminosidad, transmite pureza, combina muy bien con todo y puede disponerse en distintas partes. Si queremos que domine, en los muros puede ser una buena opción.
  • Las paredes pueden tener la piedra a la vista, siguiendo el esquema propio de las casas antiguas de los pueblos. Del mismo modo, las techumbres en madera con vigas a la vista son bastante habituales en este estilo, de ahí que tengan una oportunidad.

¿Cómo trabajar los exteriores?

Decoración del jardín
Imagen: ambar-muebles.com

Toda casa de campo suele tener terraza o porche con jardín. En este caso, podemos utilizar asientos cómodos con mesas de madera o, incluso, podemos proporcionar un toque más informal a través de palés que funcionen como mobiliario.

Como estos van a ser lugares de descanso, también existe la posibilidad de incorporar una mecedora, una hamaca  o un columpio de jardín. A su vez, para ornamentar este recinto y acondicionarlo adecuadamente, una cama balinesa resulta verdaderamente llamativa.

Para establecer un contacto entre el exterior y el interior, en las casas de campo se suelen emplear las cristales que permitan la entrada de luz y la contemplación de todo el espacio que rodea la vivienda.

Otros colores que pueden tomar presencia

Además del blanco, los cálidos son muy apropiados. Entre ellos se encuentran los terrosos representados, principalmente, a través de la madera o los verdes. Todos ellos nos van a recordar al campo; por este motivo, hay ciertos tonos que no pueden faltar, sin olvidarnos, por supuesto, de los neutros que, al fin y al cabo, encajan en cualquier parte.

En cuanto al azul, es el aporte que faltaba. Nos recuerda al agua del Mar Mediterráneo. Ayuda a refrescar el ambiente, contrasta con los colores mencionados anteriormente y transmite la serenidad que necesitamos para sentirnos cómodos.



  • Gilliat, Mary: Curso de interiorismo, Blume, 2008.