Cómo decorar la segunda residencia de vacaciones
En período vacacional, nos gusta acudir al apartamento de la playa, a la casa del pueblo o a una vivienda en otra ciudad. Si es así, es momento de valorar c ómo decorar la segunda residencia de vacaciones y dejarla a punto para su uso.
El hecho de que no sea el domicilio particular no quiere decir que haya que dejarlo con los recursos básicos. Hay que tener en cuenta que es el lugar donde buscamos un retiro para el descanso y la desconexión. Por este motivo, merece la pena que sepamos cómo proceder en la decoración.
Lo mejor es que esté preparado para nuestra llegada. De este modo, conviene que sea un espacio acogedor y que represente la identidad propia de la familia, como si fuese un domicilio de uso cotidiano. Así, sentiremos mayor confort.
Decorar la segunda residencia: casa heredada en el pueblo
Uno de los destinos a los que acudimos en verano suele ser la casa del pueblo. Generalmente, se recibe por herencia, por lo que puede estar un tanto envejecida. En estos casos, necesita una intervención: cambiar el interior y transformarlo según nos convenga.
Hay gente que prefiere mantener los interiores tal y como los tenían sus antepasados. Sin embargo, podemos darle un lavado de cara y tratar de recuperar aquello que sea útil, además de introducir otros recursos nuevos que modifiquen la ornamentación sin perder el carácter tradicionalista.
En primer lugar, habría que realizar una limpieza en profundidad, cambiar el estilo, organizar el interior, hacer las obras pertinentes y rediseñar las habitaciones según la función que vayan a cumplir. Puede ser interesante restaurar los muebles viejos y conseguir un producto vintage.
Disfrutar unos días en la casa del pueblo nos ayuda a recargar las pilas .
Cómo decorar el apartamento de la playa
A la hora de decorar la segunda residencia de vacaciones, no hay que olvidarse de la casa en la playa. Mucha gente que reside en zonas de interior suele tener un piso en localidades costeras. Es en época estival cuando pasan allí la mayor parte del tiempo.
Hay que destacar la importancia que adquiere este lugar, ya que el mar revitaliza el cuerpo y la mente. Veamos 4 fórmulas para decorarlo:
- Aunque pasemos pocas semanas en el apartamento, debemos tener un suelo firme y resistente. Si no queremos hacer una inversión elevada, el parqué de madera en láminas es una buena opción, al igual que las losas de cerámica.
- En cuanto al sofá, las sillas y otros asientos, no es cuestión de adquirir los productos más caros. Podemos buscar una gama media que ofrezca comodidad. Los pocos días que se utilice la casa que sean, al menos, reconfortantes.
- En el caso del cuarto de baño y la cocina, hay que buscar funcionalidad ante todo. Esto quiere decir que no es preciso invertir en grandes lujos ni en materiales de alto coste. Es importante que aquello que se disponga sea recurrente y útil.
- Hay un aspecto en el que se recomienda hacer una mayor inversión: el dormitorio debe ser el lugar que proporcione descanso y sosiego; por eso, hace falta tener un colchón de gran calidad y el color de las paredes sea de nuestro agrado.
Decorar la segunda residencia ubicada en otra ciudad
Se puede dar el caso en el que tengamos un piso en otra ciudad. Ante esta situación, podemos aplicar una decoración semejante a la vivienda habitual, con una misma línea estética para que no nos resulte tan distinto el cambio.
Sin embargo, también aparece la oportunidad de diseñar bajo otros parámetros y disponer, así, un estilo diferente; incluso, podemos arriesgar más en la elección de los productos y decorar la segunda residencia de una forma más innovadora.
El principal objetivo es que nos sintamos agusto y que cambiemos de ambiente.
Búsqueda del descanso y la desconexión
Las vacaciones son para desconectar. Además de detener nuestra actividad laboral también necesitamos un cambio por un tiempo; por eso, es tan importante tener la segunda residencia bien adecentada, porque debemos encontrar en ella el retiro que tanto deseamos.
En este sentido, surge la necesidad de convertirla en un lugar más acogedor. La idea es que la estancia resulte agradablehasta tal punto que si tuviésemos que quedarnos a vivir allí, pudiésemos hacerlo sin ningún inconveniente.
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