Cómo evitar el desgaste del suelo con el roce de las sillas
A lo largo de los años, uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos es el deterioro de los interiores. El uso continuado puede ocasionar daños severos, especialmente en los materiales más endebles. Por eso, vamos a conocer cómo evitar el desgaste del suelo con el roce de las sillas.
Simplemente con echar un vistazo al piso y ver su estado nos daremos cuenta de la situación en la que se encuentra. En el despacho, el dormitorio, el comedor o en el propio salón seguramente se aprecien ciertos desperfectos asociados al alto rendimiento al que se ve sometida la habitación.
Si no tenemos cuidado, podemos llegar a tener un problema más serio y sin solución, hasta tal punto que no quede más remedio que hacer un cambio radical. En lugar de llegar a esto ¿por qué no poner algunas medidas a tiempo?
Lo más importante: disponer materiales de calidad
En la construcción de una casa, existen dos posibilidades: utilizar materiales de alta o de baja calidad. Evidentemente, el primer caso va a hacer que el precio sea más alto, frente al otro que abarata los costes; no obstante, los resultados los comprobamos a largo plazo.
Es importante que preguntemos de qué manera se han hecho los suelos y qué se ha empleado. De este modo, podremos alcanzar cierto grado de fiabilidad y seguridad. Por el contrario, veremos cómo se van estropeando las superficies rápidamente.
La madera es, probablemente, la que más sufre en estos casos. No tiene nada que ver con la piedra o la cerámica; de hecho, embellece el conjunto y favorece la estética, pero si no la cuidamos, podemos encontrar todo tipo de desperfectos a corto plazo y nos veremos obligados a hacer una renovación.
La prevención y el conocimiento son las mejores medidas para evitar problemas mayores.
¿Cómo puede desgastarse el suelo?
Conviene analizar detenidamente cuáles son los principales errores que cometemos y por qué se produce ese desgaste que, a largo plazo, deja marcas irreversibles. Para no equivocarnos en la decoración, vamos a pasar a conocerlos más de cerca:
- Las sillas con patas que tenemos en el comedor suelen arrastrarse, igual que ocurre en la cocina o en cualquier otra estancia común. Esto puede ocasionar rayones prolongados que dejan hendiduras y horadaciones.
- En el caso de las sillas de ruedas de oficina, no generan daños tan exagerados, pero también producen ciertas señales que suponen un serio problema. Cuando estamos continuamente moviéndonos con ellas es cuando se comprueba el desgaste del suelo.
- En cuanto a las sillas plegables, aquellas que se desplazan de un lugar a otro, son más ligeras pero, en realidad, generan impactos en la superficie que no favorecen en absoluto. Los golpes pueden levantar muescas o dejar la superficie irregular.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que cualquier otro tipo de movimiento o trato agresivo sobre el suelo va a ser perjudicial se mire por donde se mire. En el fondo, todo esto es un sistema erosivo que ofrece resultados negativos a largo plazo.
Soluciones para evitar el desgaste del suelo
Desde un punto de vista más específico, hay que poner el foco en ciertos recursos que pueden solventarnos situaciones de riesgo. En otras palabras, existen soluciones que, al fin y al cabo, nos ayudan a prevenir problemas de mayor magnitud.
Las sillas de madera necesitan almohadillas de fieltro en las patas para que no rayen el suelo. Muchas veces nos movemos inconscientemente con ellas y esto puede suponer un deterioro del mismo; de este modo, estaremos colaborando en la protección de los materiales.
Otra posible solución es el uso de alfombras bajo mesas y sillas. Esto nos obliga a que, si queremos usarlas, tenemos que levantarlas directamente y no desplazarlas.
Soluciones para sillas de metal
En las aulas de centros educativos, clínicas, oficinas y otros espacios públicos, el rendimiento que se hace de las sillas es muy elevado. En estos lugares, suelen ser de metal, un material que resulta mucho más agresivo contra el suelo.
Aunque sean de cerámica, piedra o mármol resulta imprescindible que estén equipadas en las patas con tacos de goma o conteras para evitar molestias. Estos recursos se pueden adquirir en comercios de bricolaje o ferreterías.
No solo se mejora la situación de los suelos, también se acaba con los ruidos desagradables provocados por el arrastre.
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