El cobertizo de almacenaje, ¿dónde situarlo?

A la hora de almacenar las herramientas, los materiales del jardín o los objetos que ya no utilicemos, necesitamos este recurso que es práctico, espacioso y funcional.
El cobertizo de almacenaje, ¿dónde situarlo?
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 08 enero, 2021

En el hogar, necesitamos espacios destinados para guardar todo tipo de artilugios, desde las cosas más funcionales de uso diario a otras secundarias que no tienen tanta utilidad. Por eso, es importante que conozcamos más de cerca qué es el cobertizo de almacenaje y dónde situarlo.

En más de una ocasión, nos hemos visto en la tesitura de tener acumulados muchos elementos en una habitación. Además, nos damos cuenta de que realmente nos falta espacio y no sabemos qué hacer con ciertos recursos que, probablemente, podrían tener un uso en el futuro.

En lugar de disponer todo en un cuarto o un trastero, existe otra alternativa que nos puede ayudar de forma efectiva. En el fondo, es una forma de oxigenar más los interiores, no saturar en exceso y favorecer la atmósfera de las habitaciones sin generar desasosiego.

¿Qué es el cobertizo de almacenaje?

El cobertizo de almacenaje es una estructura cerrada que posee un espacio interno útil para el almacenaje. En realidad, no se puede decir que abarque grandes dimensiones; no obstante, existen diferentes tipologías: todo es cuestión de saber cómo es el recinto donde se va a situar.

La capacidad de adaptación que tiene es formidable. No resulta complicada su aplicación en el hogar, teniendo en cuenta que es en los exteriores donde mejor queda. Su apariencia es meramente funcional; es decir que su aportación estética no va a ser destacada.

Hay que tener en cuenta que la finalidad de este recurso es práctica. No hay que fijarse en él como un elemento trascendental para la decoración. Obviamente, tiene algo que decir y, por supuesto, no genera tensión visual, pero tampoco llega a ser un componente diferenciador.

Utilidad, practicidad y confort; estos son los conceptos que definen al cobertizo.

Su situación en el hogar

Dentro del hogar, lo podemos colocar en distintas partes. Hay que tener presente que su capacidad de adecuación es bastante buena, de hecho es una de sus virtudes, tanto en interiores como en exteriores. Vamos a ofrecer algunos consejos sobre dónde ubicarlo.

  • Las casetas de gran tamaño, tanto de madera o de metal como de resina, son muy interesantes para el jardín. Encajan muy bien en cualquier parte, incluso si se encuentran en una zona centralizada; de todos modos, se recomienda su disposición próxima a la vivienda.
  • Otro caso son los cobertizos pequeños de exterior. Debido al formato reducido, tienen mucho sentido dentro de las bodegas, los trasteros, las buhardillas o, también, en el jardín. Al ser más pequeños, no llaman tanto la atención y pasan más desapercibidos.
  • Respecto a los que tienen forma de mueble, son los más apropiados para los interiores. Tiene aspecto de cómoda, con una altura aproximada de 1,80 metros. De nosotros dependerá la elección que hagamos del modelo y la estética exterior, en relación al lugar donde se establecerá.
  • Si tenemos una piscina climatizada, no puede faltar este recurso, básicamente porque nos puede solucionar muchos de los problemas de almacenaje para guardar todo tipo de complementos.

La caseta de madera para guardar la leña

Caseta de la leña

No podemos olvidarnos de un tipo de cobertizo que, al fin y al cabo, tiene un sentido exclusivamente funcional y difiere de los anteriores por su estructura y formato, pero no perjudica el encanto natural del jardín.

Estas casetas suelen ser de madera y constan, principalmente, de una techumbre que queda afianzada por unas baldas laterales que sirven para delimitar y cerrar la caseta.

Las hay de diferentes tamaños, siendo algunas verdaderamente estrechas y alzándose en altura de una forma mucho más contundente. Esto nos permite adaptarla mejor según el lugar donde se vaya a ubicar. Lo importante es que no estorbe ni genere molestias.

Un complemento muy interesante que contribuye positivamente en el hogar.

¿Tiene sentido en el salón o el dormitorio?

En estas dos estancias es donde menos posibilidades tiene. Puede romper la estética del lugar y no favorecer la armonía del conjunto, salvo que tenga apariencia de mueble y encaje adecuadamente; sin embargo, los cobertizos más convencionales no suelen ser así.

Si prestamos atención al formato, al color, al material y a la estructura, se consolida como un elemento recurrente para el día a día. Eso sí, hay que emplearlo como un recurso auxiliar; es decir, como un añadido que acompañe al resto de la decoración o, incluso, para guardar los juguetes de los niños.



  • Ventura, Anna: 1000 ideas prácticas en decoración del hogar, Universe Publishing, 2003