3 formas de decorar la entrada del hogar

La entrada del hogar es un espacio que, desde un primer momento, ofrece una toma de contacto con el estilo que nos encontraremos en el resto de la casa, de ahí la necesidad de aplicar una decoración de forma personal.

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez.

Última actualización: 21 marzo, 2021

Según accedemos a una vivienda nos encontramos, justamente en la primera estancia, las primeras aportaciones estéticas que ejemplifican el estilo que va a emplearse en el resto de los espacios; por eso, vamos a conocer 3 formas de decorar la entrada del hogar.

Cuando traemos invitados, nos gusta sentirnos orgullosos de los diseños interiores que tenemos. No hay nada mejor que hacer un buen preámbulo para que sepan qué van a encontrarse. De este modo, hay que trabajar la estética desde un principio.

Por otro lado, es importante valorar que nuestra personalidad debe quedar bien reflejada, pero ¿cómo se logra este propósito? Todo aquello que dispongamos debe estar acorde con los gustos propios y las emociones. En otras palabras, se convierte en un referente que demuestra cómo somos en realidad.

1. El equipamiento básico y completo

La entrada también puede proporcionar cierta funcionalidad a través de los recursos. Lo mejor es que comprobemos que, según accedemos al interior, nos encontremos con ciertas comodidades que satisfacen las necesidades personales.

Siempre viene bien tener algún asiento que permita sentarnos, ya sea para ponernos el calzado o, simplemente, por si tenemos que esperar. No es preciso poner una butaca; en el fondo, con alguna silla o estantería con banco corrido que ofrezca cierta practicidad es suficiente.

Otro artículo que no puede faltar es la alfombra. Obviamente, esta es opcional, pero siempre viene bien tener una de pelo duro que resista el paso del tiempo. Hay que tener en cuenta que, probablemente, vamos a pisar encima en más de una ocasión con el calzado de la calle, aunque no es recomendable.

Respecto al zapatero, es un componente esencial. Se configura como el principal elemento que no puede faltar en la decoración. Lo que va a permitirnos es, básicamente, que tengamos un espacio de almacenaje donde tenemos la opción de que queden las zapatillas a la vista. Eso es cuestión de gustos.

En la entrada vamos a necesitar varios recursos para el equipamiento completo.

2. Uso de ornamentos en distintos puntos

Otra forma de decorar la entrada del hogar es haciendo uso de distintos ornamentos que transmitan un contenido estético específico. A través de ellos vamos a configurar el estilo y podremos definir correctamente cuáles son nuestras intenciones. Veamos algunos ejemplos:

• El espejo no puede faltar. Antes de salir de casa solemos mirarnos en él para ver cuál es nuestro aspecto; por eso, resulta interesante que tengamos uno que, ya desde un principio, plantee el posible estilo que estará en el resto del hogar.
• Una cómoda o mueble de pared donde poner un cuenco, un jarrón o unas fotografías es muy interesante. No solo va a adornar la entrada, sino que también puede servir de soporte auxiliar. Generalmente, si queremos dejar una nota, el mejor sitio para ponerla es ahí, ya que siempre va a estar a la vista.
• La percha se confirma, probablemente, como el recurso más utilitario en este espacio. Sin duda alguna, va ayudarnos a organizar mejor los abrigos y los bolsos; no obstante, hay quienes prefieren utilizar un armario, pero este puede ocupar más espacio.

3. Un estilo más informal

Por otro lado, tenemos la oportunidad de trabajar la decoración desde otros puntos de vista. Podemos hacer una combinación de todos los elementos nombrados hasta ahora pero bajo un planteamiento más informal. En este sentido, rompemos las tendencias tradicionales y nos movemos en la línea del Feng Shui .

En lugar de utilizar una estantería, ¿por qué no emplear cajas de madera o palés? Se pueden pintar y embellecer de tal manera que van a ofrecer mayor originalidad. De este modo, podemos sorprender nada más acceder a la entrada del hogar.

Otro caso van a ser las lámparas, disponibles en varios formatos y tipologías. Todo es cuestión de escoger la más adecuada. Si queremos seguir un estilo clásico, podemos disponer una de araña; mientras que si queremos un principio rústico, entonces tenemos la opción de aquellas que están hechas con materiales orgánicos.

Tampoco debemos olvidarnos de la diafanidad. El hecho de que utilicemos recursos decorativos no quiere decir que recarguemos al máximo todos los rincones. Siempre viene bien que exista espacialidad, además de refrescar el ambiente con alguna planta pequeña. De esta manera, conseguirmos un aspecto mucho más atractivo.